El profesor español Jorge Wagensberg advierte que no es lo mismo acceder al estatus de corrupto que mantenerse en él, porque cuando ya lo ha conseguido, trastoca con todo descaro el significado de uno de los grandes valores del ser humano: la moral.
Con lo primero se favorece el privilegio de llegar al poder con la finalidad de atracar los recursos públicos y con lo segundo, “aprovechar” esta circunstancia, que no durará mucho tiempo, para alejar a los “competidores” y dificultar que nadie más lo haga.
Huyamos de cualquiera de las formas de corrupción que solo busca la ganancia rápida y fácil y destruye los ideales honrados y estéticos del hombre y la sociedad.
El cáncer de esas formas de corrupción bien puede expresarse de modo conciso y en pocas palabras. En este sentido, el aforismo puede ser una estrategia útil para sentar un principio de manera coherente, en apariencia cerrada y por tanto con rotundidez:
- La persona corrompida se acostumbra a las malas prácticas, hasta el punto de crear una segunda naturaleza y pensar que la corrupción es cosa de todos y de nadie.
- El corrupto que medra en un cargo público dice: si me enriquezco en esta posición soy un listo y si no lo hago, soy un tonto.
- Al corrupto se lo intuye en su discurso porque repite todo el tiempo: lealtad, inocencia, luchar contra la corrupción.
- La democracia plena, iniciativa pública para beneficio público; la iniciativa pública para beneficio privado, ¡corrupción!
- El corrupto, el corruptor privado y la sociedad corrompida se funden y confunden.
- El corrupto es un amoral, su conciencia no le acusa del mal que comete y por tanto su arrepentimiento es casi imposible.
- La patria del corrupto es su paraíso fiscal. Por lo tanto, eliminarlos.
- Las formas intrínseca y encadenada de la corrupción permiten articular una jerarquía y una trama que necesita de mucho tiempo para ser desenrolladas.
- Todos los mortales somos propensos a la corrupción. Sin embargo, el hombre de bien debe preguntarse siempre si está escuchando o no la voz de su conciencia.
- La corrupción que los ciudadanos de un país admitan, esa pervivirá.
