La Iglesia de Santo Domingo

La iglesia de Santo Domingo es una de las más representativas de la ciudad de Cuenca.

La fachada que da hacia el atrio o plazoleta en dirección oriental tiene dos cuerpos simétricos de estilo neoclásico rematados por un tímpano, que a su vez es coronado por la escultura de Santo Domingo.

Esos cuerpos horizontales son organizados verticalmente en sus extremos por dos torres con el mismo tratamiento, pero cuando llegan al remate se encuentran con unas cúpulas y linternas de sabor oriental.

La textura del frontispicio es rica por el tratamiento de pilastras pareadas y cornisas que marcan claramente los cuerpos y las calles de la fachada. Se advierte un predominio del macizo sobre el vano, pero por la verticalidad imprimida por las torres la direccionalidad hacia el cielo es más fuerte que la dada por el plano horizontal.

Es importante destacar la presencia de los vanos resueltos con arcos de medio punto con ventanas bíforas.

Las naves de la iglesia, es decir la parte volumétrica perpendicular al frontispicio, tienen la disposición de la basílica cristiana. Desde el exterior no se observa otra cosa que las techumbres que están resueltas para proteger la nave central  y las laterales.

Los elementos del frontispicio y las naves, leídas desde el exterior como un todo, conforman un sistema arquitectónico ecléctico complejo aunque no recargado por la confluencia suave de varios estilos.

Luego de pasar el rompe-vientos se llega a la sala de oración que tiene tres naves. Al fondo está el presbiterio en forma semicircular detrás del retablo exento. El coro se ubica aquí siguiendo la forma del muro de fondo.

La distribución espacial interior tiene el despliegue propio de la basílica: tres naves con la disposición muy elevada de la central con respecto a las laterales. Las ventanas no son de gran tamaño por lo que la luz que penetra al interior es más tenue que intensa.

Es notoria la decoración profusa de los capiteles que rematan el fuste de las doce columnas que sostienen la estructura.  Todo el espacio interior es apuntalado por estos grandes soportes pintados con motivos florales de colores café y verde. También son pintadas las paredes altas y los intradoses de los arcos de los pórticos que separan las naves.

Entre los elementos de mayor valor se destaca el retablo de mármol blanco. Tiene dos cuerpos y tres calles con la presencia central de la Morenica del Rosario y las laterales de Santo Domingo y San Francisco.

En el ábside y detrás del coro hay pinturas de Santo Domingo, Santo Tomás de Aquino y San Alberto Magno. Flanqueando el presbiterio están a la izquierda la capilla del Sagrado Corazón de Jesús con su retablo gótico y a la derecha la sacristía.

Entre el presbiterio y las naves se interpone un balaustre que divide ambos espacios. También, lateralmente, hay dos pequeños altares: del Hermano Miguel y de Santa Fe.

En las paredes laterales que cierran el espacio interior existen altares menores. A la derecha el altar barroco en honor a San José y otro a San Vicente Ferrer; a la izquierda, el altar de líneas clásicas de San Martín de Porres. Completa la escenografía barroca catorce cuadros que representan las Estaciones de Jesús.

Las paredes, pilares y pilastras son de fábrica de ladrillo, las figuras  de ornamentación de mármol y madera, los pisos de madera bien tratada, los cielorrasos de latón decorado y toda la carpintería de puertas y ventanas de madera. Sobresale por su belleza el tallado de las puertas del frontispicio.

Como es la norma en la disposición urbana de las iglesias de Cuenca, la de Santo Domingo se emplaza en una esquina de la manzana junto al convento y dispone de un atrio que le sirve de vestíbulo. El contexto urbano formado por la arquitectura civil tiene una escala menor que refuerza la presencialidad del monumento religioso.

Los dominicos vinieron a Cuenca con la fundación de la ciudad y la iglesia fue emplazada a dos cuadras de la plaza central. La reconstrucción concluyó en 1926 y en 1933 el templo está bajo la advocación  de la Virgen Morenica del Rosario “como su reina”. (*)

(*) La noche de ayer en la plazoleta se celebró los 87 años de la Coronación de la Virgen Morenica del Rosario. Este año los faroles de la Virgen estuvieron ubicados en el centro de la plazoleta.

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