Es una de las más representativas de la arquitectura religiosa popular de la región de Cuenca. Está emplazada en el sur, en la zona de El Ejido, en un punto del eje imaginario que recorre la ciudad de sur a norte: los 3 Puentes, la avenida Solano, la Plaza Central y la Iglesia de Cristo Rey en la zona alta de Cullca.
El exterior muestra una arquitectura de pequeña escala, que más bien denota la condición de “Casa de Dios” que la de una iglesia de grandes proporciones.
La fachada trabajada con seis pilastras tiene un solo cuerpo de rasgos neoclásicos sencillos, con una puerta central abocinada, que luego es direccionada en sentido vertical por la torre, justo en el centro del pequeño frontispicio.
El diseño de la torre perforada con arcos de medio punto, desde su base con balaustres, el cuerpo con el campanario y el remate con una mínima cúpula, presenta rasgos barrocos elaborados con primor. La volumetría de la nave es solamente un paralelepípedo con el remate de la cubierta a dos aguas. Evoca este volumen la solución del techo de la vivienda rural.
Los componentes puestos en juego resumen una arquitectura popular religiosa mestiza en un proceso ingenuo de transferencia y adaptación de los elementos del clasicismo europeo.
La planimetría de la iglesia tiene forma rectangular dispuesta por la torre y la sala de oración. Al fondo, en la pared que sirve de remate del ambiente, se ubica un retablo sencillo de madera de dos cuerpos y tres calles. Completan la planimetría dos cuartos laterales menores que sirven para la sacristía.
La iglesia está emplazada en un pequeño montículo y al frente se desarrolla una plazoleta elevada con respecto de las vías públicas en donde se levanta una escultura asentada sobre un pedestal de mármol. La escultura de la Virgen, de bronce, fue trabajada por la Casa Mayer, de Alemania, y enviada por Honorato Vázquez por entonces diplomático en Europa. Por este motivo la feligresía cuencana siempre ha nominado a este templo Iglesia de la Virgen de Bronce.
La iglesia fue construida los primeros años del siglo 20 en el Ejido de la ciudad, una proporción de tierra rural que era destinada por el Ayuntamiento para el uso común de actividades agrícolas. Las paredes son de adobe, el frontispicio de ladrillo y la cubierta resuelta en madera con recubrimiento de teja tradicional. Las puertas y ventanas laterales de medio punto así como el retablo son de madera. Hace no mucho tiempo el pequeño templo recibió trabajos de mantenimiento y pintura exterior.
El 8 de diciembre de 1904, en la fiesta de la Inmaculada Concepción y en el 50 aniversario de la proclamación del dogma de la Inmaculada Concepción por parte del Papa Pio IX, se entregó a Cuenca este encantador conjunto religioso. (*)
Desde este lugar de Cuenca se puede dirigir la vista hacia varios ángulos: al Ejido, el Centro Histórico y en lontananza se puede contemplar inclusive los barrios lejanos del este de la urbe.
El rosario urbano de la avenida Solano está formado por algunas cuentas que se ordenan en su desarrollo. Una de ellas, que marca un hito urbano significativo, es precisamente la Iglesia de la Virgen de Bronce.
(*) A finales del siglo 15y durante el 16 las grandes universidades europeas y de América Latina y la mayor parte de las más importantes órdenes religiosas se convirtieron en baluartes de la defensa del dogma de la Inmaculada Concepción de María. Los dominicos, sin embargo, se vieron en la especial obligación de seguir la doctrina de Santo Tomás de Aquino oponiéndose a la idea de que la Virgen se concibiera sin pecado original, puesto que pertenecía a la raza humana. Sin embargo, los franciscanos y otras órdenes religiosas defendieron la teoría contraria que durante siglos influyó en la iconografía cristiana y que al final fructificó en la proclamación del dogma.
Para poner fin a las disputas y cavilaciones de varios siglos, el Papa Alejandro VII promulgó el 8 de diciembre de 1661 una constitución definiendo el verdadero sentido de la palabra “conceptio” y prohibiendo toda ulterior discusión contra el común y piadoso sentimiento de la Iglesia. Finalmente el Papa Pio IX promulgó el dogma el 8 de diciembre de 1854.
Referencias:
- Ec.viajandox.com.
- ecwiki, Enciclopedia Católica Online.
- Ministerio de Turismo, Ecuador, “Atractivos Turísticos” (1995).
- Testimonios de Olga Jaramillo Medina y Juan Sanmartín Grau.

