Su continente (forma, volumen, color y textura) como su contenido (carne roja jugosa con pepitas negras) ha subyugado y refrescado a la humanidad por siglos.
Los primeros bocetos europeos de sandias dulces con pulpa roja ya aparecen en un manuscrito medieval llamado Tacuinum Sanitatis. En una escena se muestra a un sonriente agricultor bebiendo por un extremo del melón de agua exclamando: “¡Por fin, una fruta digna de los ángeles!”
Pablo Neruda utilizó estas metáforas para dibujar a la fruta: la ballena verde de verano / cofre de agua / el más fresco de todos los planetas / la fruta del árbol de la sed / la redonda, suprema y celestial sandía /.
Fernando Botero, el artista colombiano de las obras con caracteres y objetos redondos, sobredimensionados y obesos, pintó en 1992 su obra denominada “Bodegón con sandia”. Se observan los elementos del gigantismo aplicado sobre los objetos característicos de una naturaleza muerta o bodegón. La ironía está en la representación de un objeto ya de por sí voluminoso, como la sandía, aplicando los principios de su técnica boteriana.
“Viva la vida, sandias” es considerada la última obra de la artista mexicana Frida Kahlo, un mensaje final al mundo, pintada en 1954 ocho días antes de su muerte. Se observa unas sandias rajadas de un rojo intenso que simboliza la vida y en el corte central se escribe su nombre, lugar de nacimiento y año de muerte. A modo de epitafio escribió el lema que marcó su vida: “Viva la vida”. Diego de Rivera, su esposo, pintó años después en su honor una obra titulada “Sandías”.
“Sandías” del mexicano Rufino Tamayo, que se vendió por 4.9 millones mdd en una subasta de Nueva York, es uno de sus últimos cuadros frutales pintado en 1980 y está considerado el más famoso y admirado en la serie de sandías. Esta obra encarna la gran calidad pictórica que lo convirtió en un maestro del color.
Y una tajada de sandía no solo ha servido como tema de inspiración sino que ocasionó también una revolución. Un estadounidense ebrio acudió a un puesto de frutas el 15 de abril de 1856 a la calle de La Ciénega de Panamá de la República de Nueva Granada, tomó una tajada de sandía, la comió y se marchó sin haber pagado por ella. Este abuso y otros cometidos por los estadounidenses que pululaban a través del “Ferrocarril Transístmico” prendieron la chispa de una revuelta civil que derivó en la primera intervención en el istmo.
La etimología de sandía, según consta en la RAE, viene del árabe sindiyyah “de Sind”, región de Pakistán de la que supuestamente procede.
Pero hay más estudios que sugieren otras pistas. Una investigación alemana reciente sugiere que el origen de la planta se remonta a los agricultores Nubios que habitaron el actual Sudán hace casi 5.000 años.
El equipo de investigación ha registrado dos dibujos egipcios que evidencian que ya se comía sandía desde hace 4.360 años. También encontraron un gráfico en un papiro de Kamara de 3.000 años de antigüedad, que se guarda en el Museo de El Cairo, donde se muestra una pequeña sandía esférica rayada sobre una mesa que se cree que es un melón de Kordofán, una variedad ancestral que todavía se cultiva en Darfur, una región del occidente de Sudan, que es el principal sospechoso de ser el padre de las sandías modernas.
Los nubios domesticaron la sandía y la llevaron al Norte hasta llegar a Egipto. Luego, en sus variedades dulce y amarga, se popularizó entre los griegos, los romanos y en todas sus provincias imperiales. Un documento hebreo escrito alrededor de 200 DC., colocaba las sandias del diezmo en la misma categoría de los higos, las uvas y las granadas.
La Ruta de la Seda permitió en el Medioevo llevar la sandía a Asia. Después del viaje de Colón en 1492 llegó a América y a Brasil con el tráfico de esclavos. Se especula además que la expansión territorial de la fruta se debió no solo al comercio y el trueque sino a su singular función como recipiente natural de agua fresca durante largos viajes.
El equipo investigador ha realizado además un análisis genético de varios tipos de sandías modernas y del famoso melón de Kordofán. Descubrieron que este melón es genéticamente más resistente a las plagas que las sandias modernas y sugiere que con el cruzamiento de las variedades modernas con la del ancestral melón se podría cultivar sandias más resistentes a las enfermedades utilizando la revolucionaria técnica de edición genética CRISPR, ganadora del Premio Nobel de Química en 2020.
De este modo los agricultores, que ahora utilizan fungicidas e insecticidas para evitar plagas, podrían aumentar la resistencia y reducir significativamente el uso de pesticidas.
Otros resultados científicos muestran además que en el proceso de domesticación de 4000 años la sandía fue tomando forma ovalada, color rojo por dentro y un sabor dulce de su carne suave y jugosa que hoy disfrutamos.
Según datos de la FAO existen 120 géneros y 735 especies y 7 de cada 10 sandías que se cosechan en el mundo pertenecen a China. En el Ecuador en el año 2017 hubo una producción de 25.818 toneladas provenientes de la zona costera.
La sandía ha sido siempre bocado celestial e inspiración de artistas y poetas. Verde globo jaspeado, prisionera en su celda rojo vivo que se libera dichosa en tajadas para regalarnos sorbos de salud.
Referencias:
- EL PAIS; “Una investigación encuentra al presunto padre de la sandía”, Manuel Ansede, 27-05-2021.
- Universidad Agraria del Ecuador, Facultad de Ciencias Agrarias; “Evaluación de variedades e híbridos de sandía”, Trabajo de Titulación, Asqui Yánez, 2020.
- NATIONAL GEOGRAPHIC, “La sandía y su historia secreta de 5.000 años”, 2019.
- Sandia pedia.com, s/f.
- Cultura genial; “12 obras de Fernando Botero para comprender su importancia”, Andrea Imaginario, s/f.
- “Viva la vida sandías-Frida Kahlo 247”, s/f.
- Wikipedia; “Incidente de la tajada de sandía”.
- La imagen que acompaña al texto corresponde a la obra “Viva la vida, sandías” de Frida Kahlo, 1954.

