La celebración de los ritos se conoce como rituales y pueden ser muy variados. Cumplen una función sociológica, simbólica, codifican y expresan experiencias básicas, cosmovisiones, valores y actitudes vitales para su supervivencia y reproducción. Algunos rituales son de carácter festivo-popular mientras que otros se desarrollan de forma solemne y elitista.
Los ritos festivo-populares se expresan en lugares simbólicos: una plaza, una calle, una ermita, un paraje, un centro histórico…. De este modo el ritual con todo el patrimonio inmaterial que contiene y el lugar en donde se ritualiza forman un todo indivisible que adquiere un valor especial para una comunidad.
Harvey dice que los espacios públicos pueden liberarse más fácilmente de lo que nos imaginamos por el hecho de que las prácticas sociales y culturales se espacializan. Las prácticas rituales no se localizan en el interior de una grilla represiva de control social sino que están abiertas a la creatividad y a la acción de la comunidad.
De este modo la idea de ciudad asociada a la creatividad popular lleva a pensar en la sacralización del espacio público como dinámica de una apropiación comunitaria espontánea libre de ataduras y normas reguladoras institucionales.
El Pase del Niño Viajero, una fiesta religiosa de carácter popular que se festeja cada 24 de diciembre por motivo de la celebración del Niño Jesús, es precisamente un ritual religioso festivo que tiene un patrimonio inmaterial y una ruta propia que le da sentido y una rotunda identidad. Es una celebración de alto simbolismo social y cultural que fomenta la cohesión social por medio de la solidaridad y la redistribución.
La disposición jerárquica de personajes tiene como centro la imagen del Niño Dios, una escultura elaborada en 1823 que el Vicario de la Arquidiócesis de Cuenca la llevó en 1961 a distintos lugares santos. ¡“Un Niño Viajero”!. En el Vaticano recibió la bendición del Papa Juan XXIII.
El barroquismo de los personajes crea una atmósfera densa cargada de alma popular. El Ángel de la Estrella abre el desfile seguido de los tres Reyes Magos, la Virgen María, San José, mayorales, comparsas de pastores, carros alegóricos, grupos de Tucumán que hacen el baile con cintas, grupos étnicos del Ecuador (Cañarejos – Saraguros – Otavaleños – Tsachilas – Jíbaros – Afroecuatorianos), grupos foráneos (Charros – Gitanos – Colombianos – Árabes – etc.) También se destacan grupos de bailarines como los contra-danza y negros-danza. Las mujeres integrantes usan faldas y blusas de colores vivos, turbantes y aretes llamativos.
La fiesta de expresión de fe multitudinaria mantiene su fuerte carácter religioso popular a pesar que en años recientes se han introducido símbolos y personajes descontextualizados.
La celebración del rito del Pase del Niño y la ruta establecida, la calle Bolívar con todos sus valores esenciales urbanos y arquitectónicos, en unidad de acto, configuran un Patrimonio Nacional de enorme convocatoria que posibilita el mantenimiento y la afirmación de la identidad colectiva comarcana.
Referencias:
- Instituto Nacional de Patrimonio Cultural, Patrimonio Inmaterial; “Pase del Niño Viajero”, Acuerdo Ministerial N° 143, 24-12-2008.
- Pablo Cosso;”Formas públicas de sacralización des-regulada en el espacio urbano. Religiosidad Popular Católica en la ciudad de Salta”, 09-2010.
- Varias páginas de Internet.

