Al igual que la medicina china tradicional, que aplica el principio del equilibrio de las fuerzas opuestas del yin y el yang para conservar la salud y prevenir la enfermedad del paciente, el método de la Conservación Preventiva intenta curar en salud los edificios patrimoniales. Este método de trabajo sirve para identificar, evaluar, detectar y controlar los riesgos de deterioro de cualquier bien cultural arquitectónico. De este modo se evita su agravamiento o pérdida y la necesidad de acometer drásticos y costosos tratamientos posteriores.
La idea clave consiste que con una inversión menor se evite males mayores porque un edificio es mucho más que un edificio. En la Conservación Preventiva es tan importante vigilar las humedades y el comportamiento estructural como estudiar el uso que se da al inmueble.
Para que este método de conservación tenga sentido es necesario primero entender bien al edificio. La idea clave consiste en que lo urgente, – por ejemplo -, arreglar una gotera o cambiar una viga podrida no eclipse lo importante, tal es el caso de atender al comportamiento adecuado de la cimentación, a la estructura portante o al uso del edificio. Los riesgos físicos como las medidas de seguridad son fáciles de detectar y solucionar con poco dinero; otros, en cambio, son mucho más peliagudos… ¿Qué hacer si un sismo afecta la estructura o si se abandona el edificio?
El objetivo de la Conservación Preventiva pretende determinar y evitar los riesgos con intervenciones profilácticas antes que sean capaces de producir daños en ocasiones irreparables. De este modo serán innecesarias ejecutar actuaciones urgentes y costosas para evitar la pérdida del patrimonio edificado.
El sismo del sábado 18 de marzo con su poderosa fuerza telúrica azotó al País, especialmente a la Zona del Austro, desnudó la falta de un plan que proteja el patrimonio de Cuenca. Los templos de La Catedral de la Inmaculada Concepción, La Catedral Vieja, Santo Domingo, Todos Santos, Baños, Paccha y Sinincay y algunas edificaciones de carácter civil de las zonas urbana y rural mostraron, de manera patética, lo que ya estaba evidenciándose desde hace algún tiempo: abandono, negligencia y falta de cuidado de las edificaciones. Los daños se hicieron más palpables y en algunos casos se agravaron poniendo en riesgo la estabilidad de los monumentos.
El ICOMOS 2003, – Consejo Internacional de Monumentos y Sitios ligada a la ONU a través de la UNESCO -, establece una clara metodología para la Conservación Preventiva para los monumentos. Contiene 4 fases de conservación: anamnesis (*), diagnóstico, terapia y control. Los resultados se deben concretar en un plan para el adecuado monitoreo y definición de acciones para preservar los bienes. Las herramientas deben responder a un proceso cíclico de corto, mediano y largo plazo con la participación activa y coordinada de la comunidad y de todas las instituciones públicas que tienen la obligación de cuidar los bienes patrimoniales.
Si se hace un símil al método de la Conservación Preventiva con la ciencia médica china tradicional se podría afirmar: la Arquitectura Patrimonial se cura en salud.
(*) La anamnesis es el proceso de la exploración clínica que se ejecuta mediante el interrogatorio para identificar personalmente al individuo, conocer sus dolencias actuales, obtener una retrospectiva de él y determinar los elementos familiares, ambientales y personales relevantes.
Referencias:
- Los términos técnicos utilizados en el texto han sido revisados por el Arquitecto Restaurador Gustavo Lloret.
- Diario El Mercurio; “Sismo desnuda la falta de un plan que proteja el patrimonio de Cuenca”, 23-03-2023.
- CIGNA; “Medicina China Tradicional”, 08-09-2022.
- Universidad de Cuenca, Proyecto Ciudad Patrimonio Mundial, Boletín CPM, Gabriela Barzallo; “Plan de conservación preventiva, estudio de caso: ´La capilla de Susudel´; 03-07-2019.
- Facultad de Arquitectura y Urbanismo de la Universidad de Cuenca, Cuaderno de Arquitectura, No 1, Carlos Jaramillo Medina; “La Arquitectura Patrimonial se cura en salud”, 2012.
- Varias páginas de Internet.
- Algunas correcciones de estilo corresponden a Olga Jaramillo Medina.
- La imagen que se acompaña corresponde a una vista de la Iglesia de Santo Domingo de Cuenca desde el Occidente. Su autor: Arquitecto Restaurador Gustavo Lloret, 22-03-2023.

