Comienza la campaña electoral…

Laura Camón, comunicadora científica y bióloga por la Universidad de Salamanca, describe que las especies que viven en grupo tienen distintos métodos para comunicar sus preferencias y que para mantener la cohesión grupal los animales toman decisiones de forma conjunta. Por esta razón cada especie social tiene su propio sistema de votación.

El trabajo de Camón ha observado que en algunos casos la voluntad de todos los miembros del grupo vale por igual, en otros una sola parte puede votar, y también existen grupos especiales en los que el líder acapara todo el poder. A continuación, describe algunos ejemplos.

Ellas, las búfalas, son las que deciden donde se pasta. En Tanzania se constató que, cuando el sol toca el horizonte, solo las hembras se levantaban para supuestamente estirar las patas, y que, al hacerlo, en realidad estaban votando. Después de sacudirse y antes de acostarse de nuevo, dirigían la mirada hacia una zona con buenos pastos para comer. La manada se pone de pie y juntos empiezan a caminar en la misma dirección. Todos saben hacia donde tienen que ir.

Las abejas son las exploradoras y eligen el nuevo nido. Cuando la colmena ha rebasado su capacidad de acogida, cientos de abejas exploradoras se encargan de inspeccionar otro nido. Prefieren las cavidades de los árboles para dar con la más idónea que facilite los mejores factores como el tamaño, la exposición a la luz, la humedad o la temperatura. Al cumplir con su misión las exploradoras regresan a la colmena y comienza la campaña electoral. Con una danza informan el nuevo nido escogido aportando información sobre sus cualidades y localización. Si las abejas exploradoras tienen éxito, todo el padrón electoral, en apenas un minuto, echa a volar rumbo a su nuevo hogar.

Las aves migratorias empiezan a volar tras el ritual. Los pájaros, que forman bandadas con cientos de individuos, deben tomar decisiones de forma consensuada y muy bien planificada para no perecer en el largo vuelo. En algunas especies el voto se realiza democráticamente a través de comportamientos ritualizados, es decir, mediante la sucesiva repetición de una conducta estereotipada. Un elegante ejemplo es el de los cisnes: un ejemplar bate las alas e inmediatamente los demás se unen al ritual hasta que, justo 30 segundos antes del despegue, intensifican los movimientos. Ha llegado el instante de viajar cientos de kilómetros. A menudo vuelan bajo en forma de V.

Cuando se trata de elefantes la matriarca es la que manda. ¡Aquí no hay democracia! La decisión final sobre cuándo y dónde comer – sin derecho a la resistencia -, cuenta de un solo individuo: la matriarca. Toda la manada acepta su liderazgo, sin chistar, porque está convencida que la experiencia y la sabiduría van de la pata redonda del paquidermo. De hecho, varios estudios han demostrado que los elefantes más viejos toman las mejores decisiones, como es el caso de evaluar el riesgo que supone la presencia de los depredadores. Aquí cabe como anillo al dedo esta frase: ¡Más sabe la elefanta por vieja que por elefanta!

Un factor clave en el comportamiento y la decisión de los animales, sea esta consensuada o impuesta, es la territorialidad. El famoso especialista de Zúrich en psicología animal, H. Hediger, ha realizado una descripción de los mecanismos a través de los cuales aquella opera. La territorialidad, nos dice, asegura la propagación de las especies mediante la regulación de la densidad de la población y proporciona una matriz para coordinar las preferencias del grupo:  ritos, lugares en que aprender y jugar, sitios seguros para guarecerse, mecanismos de espaciamiento entre los individuos, galanteo y sexo, anidamiento, cuidado de las crías…

Usted, amable lector ¿Con qué comportamiento electoral de los grupos descritos se inclina para votar en las próximas elecciones? ¿de las búfalas, las abejas, las aves migratorias o la matriarca en los elefantes?

P.D.

Me inclino con el comportamiento del sistema de votación de las aves migratorias. Y siguiendo su buen ejemplo, pronto realizaré un largo vuelo de 3 meses para visitar al nido de mi familia. Al regreso espero seguir contando, queridos amig@s, con la generosa lectura de nuestra CLARABOYA.  

Referencias:

  • El País, Ciencia / materia, Laura Camón; “Las abejas bailan y las matriarcas elefantes deciden: así votan los animales”, 21-05-2023.
  • Edward T. Hall; “La dimensión oculta, enfoque antropológico del uso del espacio”, 1973.
  • Varias páginas de Internet.
  • La imagen que acompaña al texto se tomó del portal: ECOAVANT. Com. Naturaleza; “13 de mayo de 2023: Día Mundial de las aves migratorias”, 13-05-2023.

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