¿Qué ser humano no ha visto volar a los mosquitos alrededor de las bombillas, caminando por la noche cerca de las farolas de un parque, sentado en una vieja poltrona, o tumbado en la cama en los días de intenso calor?
Pero la pregunta del millón sería: ¿Por qué revolotean los mosquitos alrededor de las bombillas? ¿Qué tienen esos mágicos artilugios cuyo origen se debe a Humphry Davy que colocó una fina tira de carbón entre los dos polos de una pila, en 1809? (*)
Un estudio reciente ha descubierto que la iluminación artificial confunde el sistema de orientación de los insectos voladores acostumbrados a la luz solar. Sus autores sostienen “que la luz artificial afecta la capacidad de los insectos para orientarse correctamente hacia el horizonte, lo que podría explicar su cambio de comportamiento ante la iluminación humana”.
Efectivamente, los científicos de Nature Communications han observado que los animalitos frente a la presencia de la luz artificial, aproximadamente a dos metros alrededor de la fuente de luz, alteran su vuelo de “modo avión” de tal manera que su espalda queda orientada hacia la fuente de iluminación. Este trastorno aéreo, conocido como “respuesta de luz dorsal”, produce vértigo y cambios inesperados en la trayectoria del plan de vuelo, genera confusión, y lo que es peor, no se determina el arriba y el abajo. Este cambio desadaptativo provoca que se inclinen los cuerpos de los mosquitos hacia las bombillas volando en círculos.
Este orbitar sin fin, según la misma fuente científica, tiene resultados fatales: los mosquitos suelen volar hasta morir agotados, se convierten en presas fáciles para los depredadores y su muerte tiene consecuencias para el medio ambiente.
En cambio, cuando son expuestos a los rayos del sol su vuelo es constante, ordenado, sin alteraciones y no se presentan “zonas de turbulencias”. Con esta estrategia guían su viaje con un sistema de estabilización para ubicar el sol o el hemisferio más iluminado y así descifran de modo correcto su plan de vuelo (fligth plan): el lugar de salida, destino, altitud, velocidad de crucero, y todos los puntos por donde pasarán los animalitos.
Alejandro Sánchez de Miguel, astrofísico de la Universidad de Complutense de Madrid, afirma que la pérdida de hábitat debido a la contaminación lumínica es la principal causa de muerte de los insectos. Y que el alumbrado de Navidad incrementa aún más los niveles de contaminación, como lo comprobó un equipo de investigación de expertos del CSIC a través de imágenes satelitales, entre 2014 y 2019. El estudio demuestra que se produce un pico de esta polución durante la Navidad en los países donde se practica la religión cristiana, el Año Nuevo Chino, el Ramadán musulmán y el Diwali hindú.
La reciente rivalidad de las ciudades por el mejor encendido navideño, “el tamaño del árbol más grande del mundo”, el número de luces, la cantidad de adornos y armatostes de aluminio, protagonizan el campeonato mundial para adorar al Niño Dios Recién Nacido, pero la contaminación lumínica se cuela entre la magia navideña y el actual negocio posmoderno consumista. Por ejemplo, el biólogo Airam Rodríguez explica que las luces blancas y azules, típicas del decorado con iluminación LED, tienen un efecto más perjudicial en las especies (insectos, aves, mamíferos, anfibios) que la tradicional bombilla anaranjada.
¿Otra celebración de la Navidad, sin tanta parafernalia, es posible? ¿No sería más sencillo y estético retomar de alguna manera la tradicional conexión de la Navidad con la naturaleza, el ser humano y el cielo?
Sánchez de Miguel lo dice de modo sarcástico: “Si los Reyes Magos tuvieran que encontrar ahora la estrella, sería imposible”.
(*) En 1840, Warren de la Rue coloca un filamento de platino en el interior de un tubo de vacío y logra aumentar la duración de la luz, pero sus costes eran excesivos. En 1880, Thomas Edison patentó la primera bombilla incandescentes con perspectiva comercial. Tuvo que pasar más de un siglo para llegar las revolucionarias luces LED, un dispositivo semiconductor sólido que convierte una corriente eléctrica entrante de intensidad leve en una luz de consumo reducido y eficiente.
Referencias:
- El País, Ciencia/Materia, Verónica M. Garrido; “El origen de una atracción fatal: por qué mosquitos y polillas revolotean alrededor de las bombillas”, 30-01-2024.
- IBID, Clima y Medio Ambiente, Sara Castro; “Insectos agotados, pájaros insomnes, ranas sin sexo: así afectan las luces de Navidad a los animales”, 26,12,2023.
- Martín Heidegger; “Construir, habitar, pensar”, 1951.
- Varias páginas de Internet.

