Ensayo presentado en el VIII Workshop RIDOT, Red Interamericana de Observación Territorial; y el XIV Simposio SNDU/PT, Simposio Nacional de Desarrollo Urbano y Planificación Territorial. Junio de 2025.
Entrada epistemológica
Si seguimos a Thomas Kuhn partimos de la hipótesis de que las visiones históricas globales del mundo y el universo vinculan a las demás ciencias y el pensamiento extra científico de una época. Esas visiones son instrumentos conceptuales, medios para ordenar los conocimientos, evaluarlos, practicarlos y adquirir otros nuevos, es decir sirven para hacer vida y cultura. Esas visiones históricas globales también determinan cambios conceptuales en los terrenos de la cosmología, ciencia, filosofía, religión y el modo de cómo se relaciona el hombre con la naturaleza de toda una época.
Con la entrada epistemológica de Kuhn intentamos interpretar la relación del hombre con la naturaleza en determinados tiempos y territorios que los consideramos relevantes en la historia de la humanidad. En este sentido, este ensayo trata de descifrar un tema tan complejo y que en estos tiempos de crisis ecológica resulta ser de amplio interés.
- Tradición judía- cristiana
El contenido del Génesis es la respuesta a los interrogantes que se plantearon las antiguas culturas en los territorios del Oriente Medio, acerca del origen del universo, la tierra, el hombre y el pueblo de Israel.
En la creación del mundo, Dios forma el cielo, la tierra, los astros, las plantas, los animales, y especialmente al hombre, al cual supedita todo lo creado: “Y por fin dijo: Hagamos al hombre a imagen y semejanza nuestras; y domine a los peces del mar, y a las aves del cielo, y a las bestias, y a toda la tierra, y a todo reptil que se mueve sobre la tierra”. (Cap. 1, 26)
Y acabadas las obras de la creación coloca al hombre en el paraíso: “Tomó pues el Señor al hombre y lo puso en el paraíso de delicias, para que lo cultivase y guardase”. (Cap. 2,15)
Lynn White y otros pensadores responsabilizan a la tradición judía-cristiana de la crisis ecológica moderna. El monoteísmo y antropocentrismo de la Biblia, en evidente contraste con el politeísmo de los pueblos paganos, ha conducido a que la tierra sea explotada y subyugada.
La narración del Génesis entrega el dominio del hombre sobre la naturaleza, lo que conduce a la degradación del medio a través de la tecnología, un instrumento creado por la sociedad cristiana occidental, precisamente para llevar a cabo el mandato de Dios de dominar la tierra.
San Francisco, a caballo entre los siglos 12 y 13, como una de las excepciones, aparece como figura destacada dentro de una corriente notable de amor por la naturaleza como creación de Dios, tradición que será retomada por el Papa Francisco en su Encíclica Laudato Si.
Luego, el pensamiento del Renacimiento en los territorios europeos rompe con el teocentrismo de la Edad Media y lo sustituye por un antropocentrismo en su relación con la naturaleza. Una maravillosa historia la escribió en esta época el monje cartujo alemán Otto Brunfels (1488-1534) que mantuvo un diálogo secreto con la naturaleza, especialmente con el mundo de las plantas. En su homenaje una planta originaria de América del Sur, cuyas flores son de color púrpura y tienden a aclararse con el tiempo hasta quedar blancas, recibió el nombre de Brunfelsia. En 1530 publicó el tratado de Herbarum vivae eicones que supuso un salto cualitativo en la historia científica en la botánica, porque se alejó de las supersticiones que envolvían la flora del medioevo y se abrieron las puertas a la ciencia moderna.

