6. Filósofos posmodernos y el activismo ecológico
Ensayo presentado en el VIII Workshop RIDOT, Red Interamericana de Observación Territorial; y el XIV Simposio SNDU/PT, Simposio Nacional de Desarrollo Urbano y Planificación Territorial. Junio de 2025.
En la década de los años 60 del siglo 20 los temas ambientales, en América y luego en Europa, se afianzan como un ámbito de amplia preocupación social que ejercerán gran influencia sobre los posteriores movimientos ecologistas. La bióloga marina americana Rachel Carson publicó el libro “Primavera silenciosa” (1962) en el que denunciaba la contaminación y la degradación del medio ambiente provocado por el uso masivo de plaguicidas altamente tóxicos como insecticidas clorados, entre ellos el popular DDT.
De esta preocupación y conciencia surgirán pensadores en una suerte de combinación de movimientos filosóficos y una plataforma de activismo ecológico. Citaremos unos pocos nombres de este movimiento ecofilosófico que plantea principios normativos y prescriptivos que superan la pura descripción y la predicción científica.
La filosofía de la ecología del noruego Arne Naess (1973) suele ser resumida con el lema “piensa como una montaña” que recuerda los proverbios budistas. La sensibilidad y la visión de las relaciones del ser humano con la naturaleza de Leopold y Carson fueron sus fuentes de inspiración de su filosofía ambiental. Propuso los conceptos del “yo ecológico”, la “ecosofía” y “ecología profunda” para referirse al autoreconocimiento de vernos no como simples individuos, sino como parte de una red de seres vivos y formas de expresión de la naturaleza, como viven desde tiempos inmemoriales los pueblos amerindios y animistas.
El filósofo noruego Naess con George Sessions elabora en 1984 una nueva versión holística de los principios del movimiento de la “ecología profunda” con una clara visión biométrica, o más bien ecocéntrica, que resulta atractiva para los seguidores de la “Teoría Gaia” del inglés James Lovelock, que considera a la Tierra como un sistema autorregulado e interconectado. Subrayan además el carácter sociopolítico del movimiento, apuestan por un cambio del sistema consumista, un uso distinto de la ciencia y la tecnología y cuestionan el progreso entendido como crecimiento económico.
El francés Michel Serres (1990) conmina a expresar la belleza del Mundo, el frágil esplendor de la totalidad de la Tierra más que como una gloria antigua del paisaje romántico. La sociedad posmoderna ha hecho que hemos devenido actores globales y en esta medida se pregunta: ¿Cómo responde la Tierra a nuestros actos? En este punto el filósofo propone prever un contrato. Una esperanza de una vida en común para vivir un contrato con la naturaleza. Y una vez más se pregunta: ¿Cómo expresar la frágil belleza de la Tierra?
El francés Félix Guattari (1996) profundiza en la noción de “ecosofía” de Naess en una perspectiva ético-política que reclama una participación urgente de la humanidad en su conjunto y un involucramiento activo como responsable del devenir futuro de la naturaleza, las sociedades y las culturas. El filósofo propone tres niveles de la “ecosofía”: mental, social y medioambiental, para que la ciencia y la técnica se reorienten de modo radical en sus fines en direcciones más humanas.
Bruno Latour (2019), el filósofo francés de la ecología contribuyó a difundir conceptos como “zonas a defender”, “modos de existencia”, “actantes”, “zona crítica” o “teoría del actor-red”. En una entrevista recordó un momento iluminador para su trabajo sobre el medioambiente y la crisis climática mientras sobrevolaba el mar de Baffin, hacia Canadá: “Al estar en el avión yo ya no asistía a un espectáculo, sino que estaba modificando el espectáculo puesto que el CO2 que emite el avión influye en la placa de hielo. Antes, este espectáculo, el de la placa de hielo vista desde el avión, habría tenido un espectáculo sublime. Ahora es complicado sentirlo así. Si a usted le dicen que es responsable de lo que ve, el sentimiento es distinto, es una forma de angustia”. Es esta angustia del ser humano que modifica el medio ambiente donde habita la que debe hacer pensar para aterrizar en la reconciliación de la economía, el derecho y la identidad con el mundo real del que se depende.

