Donald Trump ya está en América Latina ¿Estará en el Ecuador?

El magnate construye la torre más lujosa de la región en Punta del Este, Uruguay. Es la marca arquitectónica Trump que no conoce de muros fronterizos, a pesar de su campaña presidencial de retórica antiinmigrante y que tanta indignación ha causado en la región.

Frente a la playa Brava de Punta del Este se construye una torre circular de 20 pisos que se diferencia de las vecinas: en el frente, mirando hacia el Atlántico, cinco letras doradas  de unos 5 metros de alto forman la palabra Trump. Los dueños de la empresa constructora que convencieron a Trump a hacer realidad el proyecto le dijeron: “La ciudad es un destino cosmopolita, seguro y exclusivo. Por otro lado necesitas un público que pueda sumarse a un proyecto de estas dimensiones”. El edifico contará con 51.000 metros cuadrados, de los cuales 32.000 serán para la venta con un costo promedio de  5.500 dólares por metro, que sumados los dos pent-house  de 8 millones cada uno, el negocio redondo alcanzará a 192 millones de dólares. Los residentes recibirán grandes dosis del estilo Trump: 10.000 metros de amenities repartidos en cuatro subsuelos, helipuerto, cancha de tenis cubierta, dos piscinas, aire acondicionado central y más comodidades, todo inspirado bajo el lema ultra exclusivo residencial que identifica a los productos de Trump Corporation.

Es la  arquitectura supermoderna relacionada con el proceso de globalización. Una arquitectura que prioriza la experiencia sensorial del espacio y la gran escala. En una era en la que nadie se sorprende ya de nada, nada mejor que requerir de estímulos más fuertes  para despertar los sentidos, las sensaciones extremas que se manifiestan a través del poderío de los volúmenes esculturales de los edificios.

La torre está adjudicada más del 60%, con siete de cada 10 compradores argentinos, unos pocos uruguayos y muchos europeos y estadounidenses. Un plan inmobiliario estudiado para que nada desentone con la magnificencia que prometen las cinco letras doradas que luce el edificio.

El magnate ya está instalado en América Latina. Tiene además un edificio multiuso en Panamá, un hotel en Río de Janeiro y, ahora, la Trump Tower en Punta del Este. Y pronto Buenos Aires tendrá también un edificio marca Trump a cuatro cuadras del Obelisco. El proyecto que se dibujó en febrero de 2016, dos meses después de la asunción de Macri, tiene 35 pisos para oficinas y 4 subsuelos para servicios.

Carlos Jaramillo Medina

¿Míster Lenin le habrá propuesto al cuántico Trump levantar cerca de Carondelet una torre de forma fálica con amplios jardines para que los estudiantes hagan el amor? Por el momento, solo Miss Rocío y Doña Melania conocen si esta propuesta erecta inmobiliaria se hará realidad…. 

Bendito trigo

Hace pocas semanas la revista Science presentó la secuencia completa del genoma del trigo. Esto significa que se elaboró una base de datos que ayudará a acelerar la creación de variedades más productivas y resistentes a las enfermedades o a las sequías, lo que permitirá afrontar el reto futuro de alimentar a millones de consumidores.

Los científicos explican que el genoma del trigo es mucho más complejo que el genoma humano. Secuenciar el genoma es como dibujar el mapa de un territorio. “Cuanto más detalle haya en un mapa, mayor es la calidad”, señalan.  La secuencia publicada tiene 4 millones de puntos de referencia y la dirección de 100.000 genes. Se encontró un gen que una vez que se inactiva acelera el ciclo de cultivo y otro que endurece el tallo para hacer polvo a una plaga que se dedica, precisamente, a comer tallos.

Esta información será fundamental para desarrollar nuevas variedades de trigo. El conocimiento del genoma facilitará identificar los genes que controlan el valor nutricional y que se adaptan a la sequía, a  las temperaturas altas y a la resistencia  a las plagas. También se podrá diseñar variedades que no den problemas a los alérgicos y cultivar en condiciones óptimas ambientales.

La aplicación de estos descubrimientos del genoma del trigo aún tomará un tiempo y los futuros cultivadores tendrán un menú amplio para crear variedades de uno de los alimentos más importantes del mundo. Hoy el trigo aporta una de las cinco calorías a los 7.000 millones de habitantes del planeta y es el principal alimento de un tercio de ellos.  Como la población mundial crecerá es necesario incrementar la producción. Las voces de los grupos ecologistas encasillados en el panteísmo naturista no entenderán este paso esencial de la ciencia.

…“¡Parecen las espigas viejos pájaros

que no pueden volar!

Son cabecitas,

que tienen el cerebro de oro puro

y expresiones tranquilas.”…

(Espigas, Federico García Lorca)

Carlos Jaramillo Medina

Tomate

Una interesante investigación de la Universidad de Massachusetts  publicó la larga historia evolutiva del tomate.

Su historia evolutiva comenzó hace decenas de miles de años en la costa del Pacífico de Sudamérica con la aparición de unos pequeños frutos silvestres del tamaño de un arándano, y en lo que ahora es Ecuador, hace 80.000 años, alcanzó el tamaño de un tomate cherry. Los investigadores descubrieron que en el camino de los tomates salvajes, México fue en donde existieron las primeras pruebas de domesticación tras un largo proceso de selección de variedades y que fueron la base de las que llegaron a Europa en el  siglo 16. En los siglos 20 y 21 ya conquistaron el mundo y es el segundo vegetal más importante del planeta después de la patata.

Las crónicas narran la llegada del tomate amarillo a las monarquías de  España e Italia que ya consumían siglos atrás los aztecas. Primero sirvió solo como ornamento en los salones de los reyes por su parecido a otras plantas venenosas con las que comparte familia, como la mandrágora o la belladona, pero el uso en la cocina de estos pequeños frutos, no llegó sino hasta el siglo 17.

En los siguientes siglos la historia del tomate ha pasado por muchas variantes que mejoraron la resistencia y cualidades, como una mayor cantidad de azúcar y de beta caroteno, dos características que hacen que los tomates tengan mayor tamaño, mejor sabor y un color más atractivo.

En el año 2017 el Instituto de Biología de Plantas de Valencia secuenció el genoma completo de 398 variedades de tomate, entre las que se incluían modernas, tradicionales y silvestres como las que aparecieron en lo que hoy es Ecuador. Se ha identificado en las variedades de los tomates silvestres compuestos químicos notables asociados al sabor y que por el contrario hoy escasean en los supermercados.

En la larga evolución del tomate, iniciada en la pequeñez de su cuna junto al Pacífico, hasta el éxito actual en todo el mundo, la ciencia con conciencia quiere ayudar para seleccionar variedades  y recuperar parte de su esencialidad, que se ha visto afectada por las malas prácticas agrícolas y la utilización incontrolada de pesticidas.

“…. El tomate, astro de la tierra…. sin hueso, sin coraza, sin escamas ni espinas, nos entrega el regalo de su color fogoso y la totalidad de su frescura”  (Pablo Neruda)

Carlos Jaramillo Medina

Mandarina

La mandarina naranja sabrosa, olorosa, con pocas pepitas y que se pela con facilidad,  también tiene su árbol genealógico como el resto de los seres vivos.

Según los investigadores, los cítricos surgieron hace unos 8 millones de años en los Himalayas. Desde allí se extendieron por el sudeste asiático, dando lugar a nuevas especies incomestibles.

Los estudios genómicos descubrieron el árbol clave en la historia de las mandarinas. Hace unos 4.000 años, en el valle del río Yangtsé en China, el polen de un árbol de pummelo polinizó otro de mandarinas ancestrales que eran incomestibles. Aquel cruce dio origen a las variedades comestibles de mandarina. Se ha comprobado que el fragmento de ADN de pummelo todavía se encuentra  en el cromosoma 8 de las mandarinas que ahora saboreamos.

En Argelia nació por casualidad la mandarina clementina. En el huerto de un orfanato, un religioso francés, el padre Clément Rodier, identificó en 1890 una nueva fruta sabrosa. Los niños huerfanos saborearon este fruto bautizado así en honor al padre Clément. En el siglo anterior y en el presente, algunas variedades de mandarinas se producen en muchos países incluidos el Ecuador.

Las clemennules, hoy presentes en las fruterías de España, no existían antes de 1953, porque en este año un mandarino clementino del pueblo de Nules, de Castellón en España, sufrió también otra mutación espontánea. Los árboles de clementina de Nules son herederos de aquel mutante de Castellón.

Desde hace décadas los institutos de investigaciones agrarias provocan mutaciones en las plantas. Las yemas resultantes se propagan mediante injertos para dar frutos sabrosos según el fragmento de ADN que se desea.  

“Mandarina, mandarina: ¡cómo huele tu camisa! Tu inocencia dura un día, más tu olor toda la vida”. (Carrera Andrade)

Carlos Jaramillo Medina

Cesped azul

Los conos son los encargados de la visión diurna y de distinguir los colores. Hay tres tipos de conos, cada uno responsable de percibir lo colores primarios de la luz: el rojo, el amarillo, el azul  y el verde. Los 6 o 7 millones de conos que se encuentran en la retina humana son responsables de la visión de los colores, y estos fotorreceptores se concentran en la zona central de la retina llamada mácula, cuyo centro, la fóvea, de apenas de 0.3 milímetros de diámetro, contiene la mayor concentración de conos de la retina y es responsable de nuestra visión más precisa de los colores.

Los humanos tenemos en los ojos esos tipos de conos como receptores del color, pero  los gatos como los perros, carecen del cono rojo, y por eso solo ven colores como el azul, el verde y el amarillo, pudiéndose considerarse ciegos para los rojos o rosas. 

Si usted tiene problemas en la visión y se presentan dificultades para distinguir esos colores, entonces, le pueden diagnosticar como una persona daltónica. La ciencia ha descubierto que esta enfermedad es un trastorno hereditario que afecta con más frecuencia a los hombres que a las mujeres. Según Prevent Blindness, se estima que el 8% de los hombres y menos del 1% de las mujeres tienen problemas de visión de los colores debido a razones genéticas.  También se ha descubierto que entre las causas del daltonismo están las enfermedades del parkinson, el glaucoma, el alzheimer y la opacificación del cristalino.

Si usted desarrolla estos problemas en la visión de los colores cuando habitualmente ha sido capaz de ver una gama completa de los mismos, entonces, debe visitar al médico. Sus células sensibles a la luz de la retina ya no responden adecuadamente a las variaciones de las longitudes de onda que permiten que vea una variedad de colores. El médico le puede ayudar a seguir un tratamiento para superar ciertos problemas en un mundo orientado a los colores por cuanto no existe todavía cura para el daltonismo.

Algunas profesiones pueden adaptarse a las deficiencias en la visión de los colores sin mayor problema…. Otras en cambio, como el diseño gráfico, el manejo de cables eléctricos de colores, o la profesión de la política, dependen de una percepción precisa de los colores de las cosas y de la realidad.

Cuando las células sensibles de la retina de los gobernantes no responden bien para percibir los problemas  multicolores de la sociedad ecuatoriana, se presenta  de manera patética en sus actuaciones el daltonismo político. La inauguración en Cuenca de una ridícula cancha de césped de color azul por el presidente y  su gabinete de “ministros vagos”, fue un síntoma evidente del sufrimiento de la enfermedad. Este grave cuadro clínico se completó de manera pedagógica con la campaña “Juego Limpio” y el espejismo rumbo al Mundial 2030.

Carlos Jaramillo Medina

EL PRECIO DEL SUELO URBANO

ENCONTRAR, HALLAR, ESPECULAR

Nuestra Señora de Atocha, el galeón español lleno de oro, plata y piedras preciosas extraídas de las minas de México, Perú y Colombia, naufragó junto con otros ocho, entre el 4 y el 5 de septiembre de 1622 ante la furia de una tormenta huracanada en Key West, Florida.

En julio de 1985 fue encontrado el galeón por una misión americana luego de 5 años de trabajo cuyo valor del tesoro según los expertos cotizadores tiene un precio en el mercado de unos 400 millones de dólares. Las leyes internacionales vigentes estipulan que, previo al otorgamiento de los permisos de las autoridades  correspondientes, la mitad de los avalúos pertenece a los países originarios, y la otra, a los buscadores de tesoros.

Pero imaginemos otro escenario muy distinto: que el mismo galeón de Nuestra Señora de Atocha fue hallado por un buceador mientras realizaba sus labores deportivas. ¿Tiene derecho a que las autoridades le reembolsen 200 millones de dólares, la mitad del avalúo del tesoro?    

En estos ejemplos subyacen algunos conceptos generales que bien merecen ser analizados para luego trasladarlos con analogías al mundo de la especulación urbana.

Encontrar:

Dar con una persona o cosa que se busca.

Hallar:

Dar con una persona o cosa sin buscarla.

Trabajo, valor y precio:

Según la “Teoría de la Renta” de Marx, cada mercancía requiere el esfuerzo de sus productores,  y lo que se compara y se contrasta en el mercado es la cantidad que cada una de ellas representa de este trabajo general. También aclara que ese trabajo en economía se denomina valor, y que ese valor, se expresa  en un precio.

La  misión americana encontró el galeón con el tesoro después de trabajar 5 años. Ese trabajo intenso, complejo, arriesgado y sacrificado tuvo un merecido pago expresado en un precio de 200 millones de dólares. Las autoridades calculan que ese trabajo, más los gastos de capital, equipos de buceo y otros gastos logísticos necesarios para la aventura, asciende en este caso a un monto de 150 millones, por lo que la ganancia neta por el tesoro encontrado representa 50 millones. Una acumulación razonable equivalente  a la renta que pudo  haber producido ese capital invertido en 5 años. Cualquier monto que se pague a una misión y que sea superior a la mitad del avalúo del tesoro encontrado, se constituirá en un “pago en exceso” porque supera los valores establecidos en la Ley y además deberá ser devuelto en un plazo determinado.

Mientras que el feliz buceador que halló por casualidad el mismo tesoro sin buscarlo, sin trabajar y por tanto sin incurrir en gastos de capital y de operación, no puede tener ningún pago. Pero por justicia y en honor a su mérito deportivo, debe ser reconocido por las autoridades con un premio honorífico, que muy bien puede ser una medalla de oro confeccionada con algunas de las monedas halladas, y además, con una recompensa razonable que podría ser la renta producida en un año por el capital estipulado de la mitad del avalúo del tesoro, es decir, 14 millones de dólares.

Hagamos  un esfuerzo para hacer analogías, de los conceptos generales que subyacen en  los ejemplos del galeón de Nuestra Señora de Atocha, al mundo del mercado del suelo urbano.

El suelo urbano es como el tesoro del galeón, una materia básica escasa y difícil encontrarla. No es renovable y su transformación en las ciudades en “simple soporte pasivo” deviene irreversible. Para que las ciudades surjan, el suelo debe ser adaptado y adecuado, es decir debe ser construido (vías, equipamientos, etc.). Es el espacio construido inmóvil con respecto al suelo que lo soporta, ya que se produce y consume en el mismo lugar y se extiende indefinidamente en el tiempo (Fernando  Cordero).

En sentido estricto y siguiendo  la “Teoría de la Renta” de Marx, el simple suelo urbano que no ha sido construido y por tanto trabajado no tiene un precio porque no existe un valor incorporado por la sociedad. (Samuel  Jaramillo). El simple suelo urbano en última instancia, es producto del big-bang: el universo en un estado de muy alta densidad que se expandió para formar las galaxias, las estrellas y los planetas, entre ellos nuestra Tierra.

La noción de simple suelo urbano no construido que no tiene precio en sentido estricto, podría ser traslado con una analogía al mundo de los tesoros submarinos con este escenario.

Los 3 países dueños originarios del tesoro decidieron más bien, antes que negociar la búsqueda  con una  misión extrajera, realizar la exploración por su cuenta para encontrar  directamente el tesoro, con el interés cultural de catalogarlo como un bien patrimonial por su enorme valor histórico, científico y artístico. Al lograrlo, el tesoro que en este escenario no tiene un valor comercial, más bien pasó a formar sendos museos en los que se puede admirar parte de la historia del despojo de las colonias americanas. De este modo, el tesoro expuesto no tiene valor monetario ni tampoco precio alguno para ser comprado.

Pero en la cultura capitalista formal se asimila como moral una ganancia por vender una mercancía cualquiera, sea un tesoro o el suelo urbano. Por esta razón en el mercado del suelo urbano,  y al tratarse inclusive de terrenos vacantes que no disponen de ninguna adaptación y adecuación, tienen un precio a pesar de no tener valor. Es el precio del suelo urbano en sí por estar ubicado dentro del límite urbano de las ciudades. Estos bienes además ganan una plusvalía que corresponde al interés anual que rige el mercado.

Es el precio del galeón de Nuestra Señora de Atocha sumergido en las aguas profundas del océano lleno de oro, plata y piedras preciosas extraídas de las minas de México, Perú y Colombia.

Pero el suelo urbano debe ser construido para hacer ciudad. Se llama valor incorporado al suelo cuando se le dota en forma directa de agua potable, alcantarillado, electricidad, alumbrado público, recolección de residuos sólidos, vías, aceras, internet, gas por tubería, etc. Y de forma indirecta, cuando se analiza su área urbanística de inclusión y en ella se disponen de equipamientos y servicios de diverso tipo (FC).

Es el valor del trabajo intenso, complejo, arriesgado y sacrificado que tuvo  la misión cuando encontró el galeón con el tesoro luego de laborar 5 años.

Estos dos precios del suelo urbano, más una ganancia ordinaria que pueda ser regulada socialmente por Ley en el mercado capitalista, dará como resultado el precio regulado de compraventa.

Pero en el capitalismo salvaje se busca obtener una ganancia de cualquier forma, aunque sea inmoral y que no provenga del trabajo y de una ganancia regulada por Ley, sino de la especulación. En el mundo del mercado inmobiliario capitalista hay un conjunto de circunstancias relacionadas con las particularidades de localización y “aptitudes” de la tierra urbana, que darán lugar a una diferenciación entre la renta absoluta y una familia de rentas diferenciadas  (de monopolio, de segregación, de vivienda, de comercio, de regulaciones urbanas referidas al COS, CUS, la distribución de cargas y beneficios urbanos, de obras públicas urbanas generales,  y otras no menos subjetivas).  El precio real de especulación de un terreno tendrá una ganancia adicional o sobre-costo que no será otra cosa que la capitalización de las múltiples rentas el suelo (FC).

El precio real de especulación tiene como uno de sus orígenes la apropiación privada de las inversiones públicas y de las regulaciones municipales , y por otro lado, el aprovechamiento del prestigio social que se otorga por los imaginarios urbanos a un determinado uso de suelo.

En el mundo de las expediciones submarinas, por el contrario, existe una determinación legal que regula la ganancia ordinaria: la mitad del avalúo para los buscadores de tesoros, y la otra, para los países dueños originarios.

El precio real de especulación del suelo urbano es el gran des-ordenador urbanístico como lo ha demostrado Fernando Cordero (2016). Describamos brevemente algunas patologías urbanas:

  • Más del 30% de la población vive en lugares alejados de su trabajo, diariamente sacrificando su calidad de vida, economía y equilibrio familiar.
  • El 40% del suelo urbano encarece el  precio de la vivienda y mantiene al 36% sin acceso a la propiedad.
  • El crecimiento irracional de las ciudades y la dotación de servicios cuesta a todos y está solo en beneficio del especulador.
  • “En algunos lugares, rurales y urbanos, la privatización de los espacios ha hecho que el acceso de los ciudadanos a zonas de particular belleza se vuelva difícil. En otros, se crean urbanizaciones ´ecológicas´ sólo  al servicio de unos pocos, donde se procura evitar que otros entren a molestar una tranquilidad artificial. Suele encontrase una ciudad bella y llena de espacios verdes bien cuidados en algunas áreas ´seguras´, pero no tanto en zonas menos visibles, donde viven los descartables de la sociedad” (Carta Encíclica LAUDATO SI, Papa Francisco, Sobre el cuidado de la Casa Común, 2015).

Una propuesta de Ley que evite el predominio de la especulación en la dinámica de la economía nacional es necesaria, por el bien de tod@s. Al final de cuentas, una medida contra la plusvalía desmedida, no es per se una mera respuesta ideológica, sino una acción responsable, ante la advertencia de la historia.

La Constitución, las leyes y las ordenanzas municipales deben garantizar a todos los ecuatorianos “el derecho a la ciudad” (HABITAT III, 2016) y a tener casa propia como un ahorro patrimonial legítimo y legado para  las futuras generaciones.

El suelo es como el tesoro encontrado en el galeón de Nuestra Señora de Atocha: un bien escaso no renovable que debe ser encontrado y construido en función de las auténticas necesidades de la ciudad y no de otros intereses particulares, como hallar rentas ilegítimas sin trabajar para  especular inmoralmente el suelo urbano.  

Carlos Jaramillo Medina

LAS ABEJAS PIERDEN SU NORTE

Las investigaciones sobre las abejas se han realizado desde tiempos inmemoriales. El zumbido, la fascinante mini-sociedad, su organización y las capacidades cognitivas, son objeto de estudios y conjeturas. Aristóteles, Plinio y Virgilio ya observaron con atención su comportamiento.

Según los últimos estudios las abejas viven en un entorno muy distinto del de hace 50 años. Ha disminuido la población por varios factores: emergencia de nuevas enfermedades, uso de pesticidas, la mano humana depredadora en los paisajes y la administración de los panales.

Con la colocación en la espalda de un sistema de radar con una antena de 16 milímetros, el doctor Wolf y su equipo, ha seguido el movimiento sutil de las abejas para rastrear sus desplazamientos. La carga del aparato no les dificulta viajar porque estos insectos soportan sin problemas hasta el 90% de su propio peso.

Se descubrió que  las abejas mostraban un comportamiento errático, un déficit en su plan de vuelo y problemas para ir y regresar a las colmenas. Se conjetura que todo este descalabro aéreo  es debido en gran medida a las nuevas enfermedades como el “nosemae caranae” procedente de Asia.

Estas obreras del aire en condiciones normales recogen el néctar entre 7 y 13 viajes por día, emplean entre 27 y 45 minutos en cada uno de esos desplazamientos, pueden visitar entre una y 200 flores en cada viaje, la velocidad punta es de 29 kilómetros por hora, son capaces de recorrer hasta 804 kilómetros a lo largo de su  vida, y viven entre 28 y 180 días dependiendo de las condiciones tornadizas del tiempo.

Pero estas increíbles obreras aéreas pueden sufrir también trastornos y se extravían debido a los pesticidas. En base a un programa informático se ha detectado que existe un declive en las colonias de abejas y que su capacidad para cuidarse y de comunicarse mediante movimientos del abdomen para indicar una dirección y plan de vuelo se altera.

La capacidad para aletear entre las flores cada vez que salen de viaje ha disminuido, la interactuación con el medio ambiente ya no es eficiente e inclusive son mucho menos ineficientes que las sociedades humanas.  Sus reflejos naturales conocen menos el secreto del  mundo de las plantas y se dirigen a tientas en el espacio a buscar con dificultad el material entre las flores para alimentar su azucarada fábrica.

Las abejas han perdido su norte de una manera acelerada en las últimas décadas. ¿Seguirán sin rumbo en este nuevo siglo hasta perder definitivamente la brújula?  Según la predicción de Einstein, su desaparición provocaría una crisis alimentaria y a la humanidad le quedarían sólo cuatro años de vida. Sin abejas, no habrá polinización, hierba, animales, ni hombres. 

Carlos Jaramillo Medina

Planos de Cuenca

La  cartografía urbana tiene la misión de representar una ciudad. Es un modelo que puede ser prefigurado mediante un plano como sistema iconográfico. La conquista española en América trazó planos reticulares de damero y el centro histórico de Cuenca responde a este tipo de ciudad fundacional con manzanas de 150 varas castellanas.

No se conocen planos de Cuenca de la época colonial, esos dibujos que muestran las ciudades en perspectiva al estilo de las pinturas de Giotto, descriptivos, taxonómicos y composicionales. Solo conocemos planos que reconstruyen la traza colonial dibujados en base a las actas de fundación, como el de Octavio Cordero Palacios de comienzos del siglo 20.

La notación de los planos se multiplicó en el siglo 19. Modelos iconográficos que representan a la ciudad existente precisa y abstraída. Los planos de Alejandro Vélez de 1816, Salvador Mora de 1878 y Tomás Rodil  de 1889, son ejemplos de la cartografía modernista.

Existen planos de la primera mitad del  siglo 20 que son una fuente gráfica para el estudio histórico: de 1910 realizado por Antonio Farfán, 1920 del teniente Julio Landázuri, 1930 de Enrique Arízaga, 1938 de Froilán Holguín, y varios planos elaborados en 1942, 1946 y 1947 en la alcaldía de Luis Moreno Mora.

El año de 1942 es un hito en la historia urbanística de la ciudad, porque se da el salto de la elaboración de planos de la ciudad representada, tal como es, a la propuesta iconográfica de la ciudad imaginada y de posible realización en el futuro. El segundo plano imaginado corresponde al proyecto “Cuenca en un futuro de 50 años” del año 1947 realizado por el arquitecto uruguayo Gilberto Gatto Sobral. Mientras que el tercer plan imaginado se elaboró en 1970 en la alcaldía de Ricardo Muñoz Chávez.

El Plan del Área Metropolitana de Cuenca desarrollado en la administración de Pedro Córdova Álvarez, es el cuarto esfuerzo intelectual y el primero de carácter multidisciplinario en la planificación de la ciudad. En el año de 1995 en la alcaldía de Xavier Muñoz Chávez se publica un plano con las líneas generales de la ciudad del futuro.  No se conocen planos que se hayan publicado en el presente siglo.

Cuenca en su historia ha sido representada e imaginada de muchas maneras, un de ellas mediante el sistema iconográfico de planos. Planos que han aludido a las propiedades de la ciudad real dada, y que han tratado de aludir las propiedades de la ciudad virtual del futuro que debe ser.

Carlos Jaramillo Medina

Mujeres Artistas

Umberto Eco en El nombre de la Rosa narra cómo las joyas de los manuscritos iluminados del Medioevo eran ornamentados pictóricamente y protegidos con celo por los monjes de aquella época. Pero no solo había obras ornamentadas de carácter religiosos como biblias, libros de horas, etc.,  sino también cancioneros y copias de libros del mundo antiguo como la Ética de Aristóteles.

En el Medioevo en toda Europa hubo destacadas escuelas de maestros iluminadores en las que primero se copiaba el texto y luego se pintaba el pergamino. Se destacan en estas obras de arte las miniaturas que usaban diversos pigmentos a veces extraídos de algunos minerales codiciados como el lapislázuli de color azul marino para pintar especialmente  los mantos de las vírgenes. Este material provenía desde el actual Afganistán y otros pigmentos se traían de la India para completar la paleta de colores, sobre todo, el rojo, el negro o el blanco.

Hace meses un equipo científico femenino europeo que realiza investigaciones arqueológicas, por casualidad observó un raro pigmento en la placa dental de una monja enterrada en un pequeño convento alemán del siglo 11. Luego de usar sofisticadas tecnologías las investigadoras han identificado entre la placa dental partículas del pigmento más codiciado y raro de aquella época: el azul de ultramar obtenido del lapislázuli, la piedra energética con mezcla de minerales y con predominio de la pirita.  

¿Cómo llegó hasta la boca de aquella monja ese preciado material? Las científicas argumentan que se adhirió a su dentadura mientras afinaba el pincel con el que ornamentaba los libros sagrados. De este modo se descubrió en el sarro de la monja el maravilloso pigmento azul, y además, que las mujeres también han sido artistas desde la antigüedad. 

Carlos Jaramillo Medina

CAMINAR Y VIVIR POÉTICAMENTE EL CENTRO HISTÓRICO DE CUENCA

EN SU MAYORIA DE EDAD COMO PATRIMONIO DE LA HUMANIDAD  

¿En los 20 años de declaratoria como Patrimonio de la Humanidad existe un Centro Histórico de Cuenca (CHC) que ha sido verdaderamente imaginado? Porque para que esto suceda debe formar parte de los imaginarios de sus habitantes y visitantes y que no solo es suficiente que exista físicamente.

¿Ha existido una pedagogía para experimentar y decodificar sensaciones, -olores, pálpitos, oídos,  miradas-, y significaciones del CHC? Los mensajes urbanos no se imponen de forma vertical, porque  son símbolos legibles que brindan la posibilidad de experimentar y decodificar la arquitectura de la ciudad a través de la estrategia más simple: caminar el CHC.

Parafraseando a Humberto Maturana, se podría decir que el CHC es un lugar para caminar. Y este caminar, implica reinventar la ciudad. ¿Hemos caminado y vivido poéticamente el CHC?

Pero este caminar no puede ser un acto de comunicación unilateral. Es ante todo un hecho decodificador que involucra al viandante con su experiencia vital. Ningún mensaje urbano permanece impermeable a la lectura de su receptor.

Y la historia de los recorridos del CHC debe comenzar en el suelo, con los pasos, que permiten una representación háptica y de apropiación cinética de su arquitectura.

La experiencia caminante del CHC debe traducirse de este modo en la elaboración de mapas mentales para transcribir sus huellas y sus trayectorias. Deben ser imágenes transitivas, caligrafías móviles antes que simples representaciones frías de una ciudad funcionalista. Y esta caligrafía urbana debe registrar los tres valores fundamentales del  CHC: su sensibilidad, su deontología, y su epistemología. Es decir, sus sensaciones, sus éticas, y sus verdades profundas.

Más allá de la puramente funcional y pragmático del andar por el CHC, una retórica caminante permitirá seleccionar y escoger lo más significativo y existencial de la ciudad; o si se prefiere decir en clave literaria, se deberá ejercitar un asíndeton urbano.

El CHC no es un cuadro renacentista que debe ser visto desde una sola perspectiva. Más bien, es un collage espacial compuesto de reliquias arquitectónicas, historias yuxtapuestas, tiempos amontonados, textos rotos, fragmentos, cronotopos, fenotopos…..  donde sus relaciones son móviles y forman, por eso,  un conjunto simbólico de alta significación.

De este modo el CHC estará presente como un relato a la espera, como un  jeroglífico urbano listo a ser reinventado y ricamente imaginado por sus habitantes y visitantes.

Esta tarea es sin lugar a dudas un desafío para vivir una experiencia en libertad, basada en la vivencia directa, imaginativa, fenomenológica, libre del lenguaje de sus ataduras convencionales para acercarse a la poética arquitectónica, a un diálogo de altura, entre los sentimientos expresados en la arquitectura de la ciudad y de quienes experimentan un lugar tan especial.  

Alberto Saldarriaga manifiesta que en los recorridos de la ciudad se presenta una actitud activa y creativa, porque se producen encuentros y desencuentros, pérdidas y descubrimientos, desconciertos y excitaciones. Las características de la actividad creativa están presentes con fuerza en la vivencia de la arquitectura y el espacio urbano. Absorberse en el presente del lugar, sentir sus cualidades, fascinarse en su recorrido o en su contemplación, todo ello califica creativamente las vivencias del recorrido. La excitación del lugar aviva los sentidos y dispone la mente para recordar, imaginar, explorar, indagar, preguntar, dudar, reconocer, detallar, o simplemente, sentir. Cuando se dan estas condiciones materiales y subjetivas, una mayor vitalidad y poética se experimentará.

Existen diferentes experiencias poéticas del CHC. El sentido poético es indisociable de sus lugares y de sus  circunstancias. La experiencia de lugares altamente simbólicos como sus iglesias o plazas  se intensifica, y sucede de modo diferente con la poética de lo sencillo, que al ser mirado poéticamente, depara incontables momentos de otro goce estético. Por este motivo, la dignidad de las  obras arquitectónicas del CHC no depende de la importancia ni del tamaño. Un rincón cualquiera, un recinto humilde, una pequeña casa de un barrio tradicional con su patio que recibe los rayos del sol o el agua lluvia de invierno, todo ello y otros detalles, es también fuente de  experiencias poéticas.

Siempre, el habitante o el visitante que está dispuesto a vivir poéticamente el CHC, experimentarán esas diferencias y lo sentirán plenamente. En todo caso, la poética de la arquitectura se revelará cuando la materia trasciende lo prosaico y lo puramente utilitario, y se ilumine, por así decirlo, con destellos de sensibilidad, unas veces intuitivas, otras deliberadas, unas veces circunstanciales, otras permanentes.

También las experiencias poéticas tienen una relación directa con la temporalidad del CHC. El pasado es una de ellas, porque posee su propia pátina y evoca vivencias especiales. Y estas experiencias del pasado son más rotundas cuando se confrontan con la fuerza de lo nuevo propio de la contemporaneidad. En el CHC cohabitan como hojaldres urbanos varios estilos arquitectónicos que han esculpido lentamente la forma de la ciudad: aborigen, colonial, republicano, moderno y contemporáneo.

No olvidemos que  las cualidades del CHC no radican únicamente en sus  formas arquitectónicas o en sus materiales. Radica también en aquello que favorece la vida cotidiana de sus habitantes y visitantes: el derecho a la ciudad para disfrutar de un hábitat seguro y saludable, la vivienda digna, los espacios públicos y equipamientos comunales, los lugares para la cultura y la participación democrática plena de los ciudadanos.

¿Ha existido una pedagogía para experimentar y decodificar sensaciones, -olores, pálpitos, oídos,  miradas-, y significaciones para vivir poéticamente el CHC?

Varias ciudades en el mundo tienen experiencias  pedagógicas exitosas para celebrar la arquitectura, el urbanismo y la vida. Son festivales permanentes para reinventar el patrimonio edificado y también para redescubrir a su gente, sus historias y anécdotas escondidas detrás de sus muros. Festivales que bien pueden ser emulados en el CHC.

Equipos multidisciplinarios (arquitectos, antropólogos, fotógrafos, historiadores….) pueden tener esta misión: vincular la ciudad, la arquitectura y su gente, mostrar el patrimonio a través de recorridos programados en el CHC.

Dirigido a habitantes y visitantes del CHC para la apropiación transversal  del patrimonio edificado en el territorio. Además, para que cada ciudadano de cada barrio, pueda  conocer el patrimonio más cercano y el más lejano, el particular y el público, y lo sitúe  dentro de su experiencia  e historia personal para aprender a amarlo.

Son otras formas de mirar la arquitectura y la ciudad en las que se pueden ofrecer varios tipos de ricas experiencias: arte urbano, festivales culturales, recorridos guiados por expertos….

Abrir las puertas del patrimonio público y las casas de los propietarios privados en un programa bien diseñado. Conocer el hogar del vecino que abre generosamente su casa patrimonial para  escucharle cómo vive, quién diseño y construyó su casa, cómo se distribuye, disfrutar del aroma de los geranios y magnolias del patio, enamorarse del detalle constructivo…

La experiencia poética del CH no solo es un acto de conciencia presente, sino también una fuente de ideas para reinventar el pasado y construir el futuro.  Según Heidegger, construir es habitar y  sólo por medio del habitar se construye poéticamente. El habitar y el construir de este modo originan con rotundidad el sentido de pertenencia a un lugar.

En su mayoría de edad como Patrimonio de la Humanidad, construyamos una pedagogía propia para caminar y vivir poéticamente el CHC.

Carlos Jaramillo Medina

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