La difícil modernización de Cuenca en las décadas de los 50 y 60

Los habitantes de la ciudad en la década de los 50 y 60 se enfrentaron a un cambio importante: la trasformación de una sociedad tradicional en su estructura social y económica hacia una incipiente modernidad. De los valores ligados a la religión y al conservadurismo político y social se pasó a adoptar valores unidos a la creciente industrialización y a la paulatina aceptación de las ideas de planificación y desarrollo moderno.

Los primeros pasos para el desarrollo se dieron en la industria del caucho, la madera, el cemento y la cerámica.

La base económica tuvo su respaldo en la nueva ideología que correspondía  a la concepción modernizadora con su contenido industrializante y renovador de la sociedad. La nueva intelectualidad elaboró una ideología de recambio, de apertura al mundo del trabajo industrial y a la cultura capitalista universal. El cuencano se convirtió en “moderno”, quería el progreso, porque salió de la tradición y de los convencionalismos de tiempos pasados heredados de la vieja aristocracia criolla.  

Se creó un nuevo gusto para la sociedad cuencana y se amplió un grupo social que antes no existía: los sectores medios. Con la aparición de este nuevo sujeto histórico la cultura comenzó a bajar del artificial “parnaso” perdiendo sus moldes de inspiración clásica y su afrancesamiento de los siglos 18 y 19 para llegar a las masas con un tinte más acorde con las exigencias de una sociedad que se modernizaba cada día más.

El cuencano culto se imaginó tener un pensamiento crítico que pugnaba  por salir de su condición provinciana. Sin embargo, todavía existían los representantes de la ideología de la tradición que mantenían los mitos bucólicos del paisaje, la religiosidad y la creencia de poseer la inteligencia privilegiada de los hombres clásicos.

Una parte de aquella intelectualidad progresista se plasmó en la Universidad de Cuenca con la reinauguración en 1952 de la Facultad de Filosofía y la creación de la Escuela de Arquitectura y Urbanismo al final de la década del 50.

La urbe se expresó espacialmente hacia afuera, porque los señores que vivían en el centro abandonaron sus viejas casonas y se fueron a vivir en la periferia.

En esta época el oficio del diseño y la construcción edilicia estaba a cargo de los ingenieros civiles, los escasos arquitectos titulados en la ciudad de Quito y en el exterior, y los graduados en las primeras promociones de la Escuela de Arquitectura.  

Se importó el estilo arquitectónico “Moderno” con poca asimilación de la élite intelectual y del ciudadano común: eran las casas y los edificios de hormigón de líneas rectas y techos planos. En contrapartida, la arquitectura burguesa retomó los códigos vernaculares propios del “espíritu del lugar” en contestación a la postura funcionalista y racionalista de los ingenieros.

Dos ideologías arquitectónicas que no pudieron dialogar. La neovernacular, sin embargo, se  arraigó y fue llamada pronto “arquitectura cuencana” para orgullo de arquitectos y propietarios, quienes retomaron literalmente los sempiternos códigos locales de las cubiertas inclinadas de teja,  los arcos de medio punto, lo canecillos de madera y en ciertos casos el patio para organizar los distintos ambientes de la “casa colonial”.

De este modo se llega al final de la década de los 60 y la siguiente es ya harina de otro…..articulo.

Referencias:

  • Universidad de Cuenca (1867-2017); “Memoria, Actualidad y Perspectivas”, 09-2018.
  • Facultad de Arquitectura y Urbanismo de la Universidad de Cuenca; “CONAR y la Arquitectura Moderna Apropiada”, 06-2016.
  • Mónica Rivera y María Gabriela Moyano, “Arquitectura de las Líneas Rectas”, Tesis Profesional de Arquitectura, Universidad de Cuenca, 05-2002.

Cuenca del siglo 21: ideas básicas y estrategias

Para el estudio y la imaginación de la ciudad del ayer, del presente y del futuro se debe tomar en cuenta este decálogo de ideas básicas:

  1. Entender la ciudad como archivo de la historia y del alma ciudadana, siempre la misma y nunca lo mismo, como lo pensó Spengler.
  2. Asimilar la idea de que la ciudad no es simple soporte de funciones urbanas, sino que también tiene una relación y representación cósmica, por lo que su geografía y paisaje se han transmutado en locus, patria chica, como lo entendieron La Blanche, Bergson, Ortega y Gasset, Heidegger y Chueca Goitia.
  3. No olvidar que es centro condensador de economías, como lo advirtió Pirenne.
  4. Que es un hecho político por excelencia, como lo planteó Aristóteles.
  5. Que la ciudad es la forma y el símbolo de una relación social integrada, como lo describió Munford.
  6. Que la grandeza de la arquitectura está unida al espacio público y la solidez de las instituciones se suele medir por la solidez de los muros que las cobijan, como narró Alberti.
  7. Que hay que disfrutarla como escenario de obras literarias, leyendo los escritos de Balzac para París, Galdós para Madrid, Pamuk para Estambul y Jara Idrovo para Cuenca.
  8. Tener siempre presente que es una construcción simbólica, continua, artística y poética, como lo han intuido bellamente Rossi y Saldarriaga.
  9. No descuidar que la ciudad es un hecho estructural, en tanto sistema constituido por objetos y relaciones urbanas, muchas veces contradictorias, como lo han estudiado con rigurosidad Lefebvre y Castells.
  10.  Y que la ciudad no es más que una parte del conjunto económico, social y político que constituye la región y el país, ya advertido por Le Corbusier en la Carta de Atenas.

Estas ideas fuerza impulsarán la imaginación para construir colectivamente  ciudades alternativas y más bellas para los hombres, mujeres, niños, ancianos, discapacitados y para los distintitos grupos étnicos.

Las ciudades humanas y bellas más que simples construcciones físicas serán también construcciones simbólicas, lugares de uso e interiorización de los espacios, de comunicación e intersubjetividad de los ciudadanos, escenarios para la comunicación, las evocaciones y sueños, de imágenes e imaginarios, de infinitas lecturas y escrituras.

De esta manera se podría decir que las ciudades buenas, justas  y bellas han sido, son y serán imágenes de mundo y también su contrario, mundos de imágenes que histórica y colectivamente se van planificando, constituyendo y volviendo a construir, incesantemente.

Las ciudades bajo esta perspectiva múltiple serán acontecimientos culturales y escenarios de los efectos imaginarios. Nos imaginamos como era la ciudad, cómo es ahora, y cómo debe cambiar para ser la ciudad del futuro.

Pero esas imaginaciones deben tener referencias físicas. Por ejemplo, para el caso de Cuenca, las montañas de Turi, el Cabogana y el Cajas, a más de su impetuosa presencia telúrica, marcan recuerdos, referencias, evocaciones y emociones.

También esos imaginarios de la ciudad pueden jugar con las analogías y por tanto entrar en  el mundo mágico de la poesía y la pintura. Cuando los visitantes llegan a Cuenca en avión y miran los tejados de las casas del Centro Histórico, Patrimonio de la Humanidad,  les evoca el colorido de las obras de arte donde el rojo y el verde musgo son predominantes.

¿Qué ciudad queremos a la luz del recorrido histórico que ha vivido Cuenca? ¿Qué tipo de relación con su entorno natural único bañado por sus cuatro ríos que marcan el carácter del ser y del hacer morlaco? ¿Cómo Cuenca debe insertarse en la realidad nacional y mundial en el contexto de la globalización – localización del mundo y que tanta incidencia tiene en la grandeza o decadencia de las ciudades del presente siglo? Estas son las preguntas que permitirán plantear los fundamentos para una “Cuenca Justa, democrática, inclusiva, planificada y territorialmente ordenada”.

Y un decálogo de estrategias que aseguren las repuestas correctas podría ser:

  1. Re-inventar el Centro Histórico como un Bien simbólico-cultural-ambiental y económico-social, fruto de una manifestación histórica concreta, con la dosificación equilibrada de los usos urbanos de vivienda, equipamientos y servicios.    
  2. Recuperar le geografía, actuando en una dimensión amplia del concepto espacial (microescala – macroescala – megaescala) desde la localización focal y el paisaje, pasando por las relaciones locales e interregionales, hasta llegar a la ubicación territorial a nivel de nación y mundo.
  3. Pensar estéticamente la ciudad en busca de una real calidad sensible de vida que haga de la Planificación un sueño de múltiples órdenes, respeto a identidades y diversidad, alcanzando una dimensión ambiental, urbanística, arquitectónica  y social bien resueltas.
  4. El límite urbano actual dispone de un número considerable de lotes vacantes con todos los servicios básicos que deben asimilar el futuro crecimiento (por lo menos hasta el año 2035) sin hacer uso extensivo de su territorio periurbano y rural. Esto se enmarca en la idea actual de que el urbanismo de hoy es reurbanizar para economizar.
  5. Incrementar la oferta de vivienda de manera especial para los más pobres mediante procesos de renovación urbana que incluyan responsablemente la reparcelación a fin de adecuar la nueva estructura urbana en concordancia con los objetivos de desarrollo.
  6. Previo estudios de ingenierías, impactos urbanos, morfología y visualidades, permitir alturas mayores de edificación para garantizar un menor costo de suelo por familia. Se propiciará de este modo un adecuado y justo reparto de cargas y beneficios entre los dueños de terrenos y que las familias accedan a nuevas viviendas individuales o soluciones multifamiliares. Esta estrategia ayudará a regular la especulación del suelo que se constituye en el “gran desordenador urbano”.
  7. En el área rural que rodea el área urbana impedir la afectación, por cualquier concepto, de las zonas de recarga hídrica (ríos Tarqui, Yanuncay, Tomebamba, Machángara y Norcay); regular las áreas de valor ambiental y agrícola, estableciendo usos de suelo, densidades, tamaños apropiados de parcelas, actividades compatibles e incompatibles y tipos de construcción pertinentes con el paisaje y la cultura rural; y, reforzar los centros parroquiales como núcleos autosuficientes.
  8. Contar con un sistema vial y de transporte de carácter interno, que canalice el transporte de paso, como de nivel regional y nacional hacia la Costa, el Oriente y hacia la Capital.
  9. Ni el patrimonio natural y cultural heredado, ni la importancia política y los medios financieros que el Estado atribuya a la ciudad serán suficientes si no se produce la movilización de sus propias fuerzas. Se requiere que Cuenca disponga de una fuerte identidad socio-cultural y de un liderazgo político autónomo y representativo y, sobre esta base, que se generen proyectos participativos que proporcionen a la ciudad la ilusión movilizadora de todos sus recursos.
  10. La planificación participativa y democrática será un proceso continuo que acompañe a la ciudad en su desarrollo sustentable. En el contexto actual puede y debe constituirse en una forma de ejercicio de poder ciudadano.

La ciudad siempre ha sido y será, por la índole de su esencia, artísticamente fragmentaria, tumultuosa e inacabada. Debemos recuperar para Cuenca utopías realizables con una retroalimentación activa y actualísima de sus objetivos y estrategias de desarrollo sostenible, pasando de una ciudad para sí aletargada y decadente, a una ciudad en sí convertida en un modo de vida.      

Referencias:

  • Colegio de Arquitectos del Azuay; “Seminario Taller, Cuenca: justa, democrática, inclusiva, planificada y territorialmente ordenada”, 13-08 al 7- 09-2021.
  • Fernando Cordero Cueva, Memorias del IX Simposio Nacional de Desarrollo Urbano y Planificación Territorial;  “El gran desordenador urbano: la especulación”, 2016.
  • Ángel Medina Molina; “Algunas consideraciones sobre Cuenca del Siglo XXI”, 5-1996.
  • Municipalidad de Cuenca, Dirección de Planificación; “Cuenca del siglo XXI, Fundamentos para un desarrollo alternativo de la Ciudad de los Cuatro Ríos”, 04-1996.
  • Fernando Chueca Goitia: “Breve historia del Urbanismo”, 1968.
  • Le Corbusier; “Principios de Urbanismo (La Carta de Atenas)”, 1933.

La ciudad y los perros

La amistad entre el perro y el hombre nació en Europa hace unos 20.000 años. Fueron los cazadores recolectores los que amaestraron a las especies de lobos salvajes de las que descienden los perros actuales. De este modo durante milenios empezaron a seleccionarse genéticamente los rasgos generales que definen a todos los canes: la docilidad, la sociabilidad con las personas, la capacidad de interactuar recogiendo un objeto o mirando hacia donde indica el dueño.  

Pronto los perros se hicieron urbanos. En el vestíbulo de la casa de Próculo, en la ciudad romana de Pompeya, se observa un mosaico con el dibujo de un can encadenado como guardián del hogar con la leyenda “Cave canem” que significa ¡Cuidado con el perro!

Demos un salto temporal desde  la antigüedad al mundo moderno con respecto al trato al mejor amigo del hombre.

Los perros urbanos de Atenas, capital de Grecia, forman parte del paisaje de la ciudad. Los canes son de propiedad de la municipalidad y están identificados, desparasitados y con todos los cuidados de salud.  Los alimentos corren por cuenta de los ciudadanos, los protegen en invierno y por la noche los restaurantes acogen a los perros callejeros para que duerman en los sillones de estos locales.

En Moscú conviven animales y ciudadanos, inclusive los perros urbanos son capaces de tomar el metro para dirigirse a lugares donde pueden ser alimentados. Se ha contabilizado 500 canes que salen de la periferia para acudir al centro histórico compartiendo los asientos del metro con las personas. Ellos prefieren viajar en los últimos vagones para ir más cómodos ya que en ellos van menos pasajeros. Al caer la noche retornan a los suburbios, su lugar de descanso preferido.

En Alemania las municipalidades ofrecen cursos de adiestramiento y ayuda económica a los dueños pobres de perros. Mientras que a los dueños ricos que tienen canes pelucones los cargan con impuestos para la limpieza urbana de la caca de perro.

Holanda tiene cero población canina urbana. Las leyes, campañas de esterilización y la acción pro-defensa animal, han desarrollado una cultura de derechos de los animales similar al de los humanos. El can pertenece a una familia y debe ser tratado como un integrante más del hogar y no solo como mascota. Si alguien atenta contra su integridad las autoridades le muerden el bolsillo con multas de hasta 19.000 euros y además le castigan con penas de hasta 3 años de prisión sin derecho a reclamo. Un perro extraviado estará de inmediato en un refugio, ya sea para esperar al dueño, o para ser adoptado.

Siguiendo los ejemplos antes descritos, en la ciudad de Caruaru del Estado de Pernambuco, Brasil, un cura retira perros abandonados de las calles, los alimenta, baña y luego se los presenta a los fieles durante la misa para que puedan ser adoptados.  

¿Es posible emular algunas buenas prácticas de otras ciudades del mundo hacia nuestras mascotas para adaptarlas a nuestra realidad morlaca? ¿Sería lícito ruralizar a una parte de la superpoblación canina retornándola a su lugar primigenio, al campo, sin contaminación y lejos del mundanal ruido?   Empecemos a pensar en ello. ¡GUAU-GUAU-GUAU!

Referencias:

  • La mejora de estilo al presente texto corresponde a Olga Jaramillo Medina.
  • El País, Javier Salas; “La raza de los perros no determina su personalidad”, 28-04-2022.
  • Sébastien Méliéres, Twitter, 15-04-2022.
  • National Geographic; “3 estudios sobre el origen, la evolución y el comportamiento de los perros”, 24-7-2017.
  • Varias páginas de Internet.

La forma sigue al medioambiente

Hoy un número importante de oficinas de arquitectura mira con ojos analíticos las zonas rurales en donde se emplea materiales y mano de obra local como antídoto a la construcción industrial y poco eficiente. La entrega de los recientes premios Pritzker así lo confirma.

También existe una fuerte tendencia de reproche a las falsas estrategias de camuflaje vegetal que creen que la sostenibilidad arquitectónica significa solo cubrir un edificio con arbustos y plantas. Un jardín vertical no significa en ningún caso tener responsabilidad ecológica porque por lo general se trata de cubrir una mala arquitectura que está detrás. Ya advirtió con lucidez el maestro de la arquitectura moderna Frank Lloyd Wright el recurso para tapar los errores de los arquitectos: “Un médico puede enterrar sus errores pero un arquitecto apenas puede aconsejar a sus clientes que planten enredaderas”.

Proyectar arquitectura sostenible y respetuosa con el planeta es un desafío que exige soluciones más complejas. En este sentido los profesionales están entendiendo que “ser verde” consiste en superar una moda pasajera y meramente superficial para plantear soluciones que aporten de modo efectivo a una verdadera cruzada medioambiental. 

Y un valioso aliado que puede ayudar en este sentido es precisamente la arquitectura vernácula de nuestras zonas rurales. La clave está en aprender a trabajar con los recursos locales y estudiar con cuidado cómo funciona un sitio en concreto: su sostenibilidad paisajística, climatología, materiales empleados en el medio y los tipos arquitectónicos existentes.

La estrategia creativa de estas oficinas es diametralmente opuesta a la de los “arquitectos estrella” del panorama internacional que fundamentan sus proyectos en la utilización de materiales industrializados fabricados en grandes centros de producción y distribuidos para su utilización a escala planetaria. Esta es la vía menos sostenible y además promociona una arquitectura mercantilista sin identidad que se puede levantar  en cualquier parte.

La sostenibilidad económica es otro factor importante que desafía a estos proyectos. Las limitaciones presupuestarias pueden derivar en ideas creativas que respondan a las demandas de los grupos más desprotegidos. Recordemos que los ganadores del Premio Pritzker 2021, Anne Lacaton y Jean-Philippe Vassal, acuñaron esta máxima arquitectónica que debe ser siempre tomada en cuenta: “Nunca demoler, eliminar o sustituir; siempre añadir, transformar y reutilizar”.  

De este modo se debe entender la sostenibilidad paisajística y económica. No pueden ser solo argumentos agregados al proyecto sino que deben pensarse como una característica intrínseca de la arquitectura misma. Para un arquitecto hacer un edificio bonito ya no será suficiente. Deberá superar aquella máxima funcionalista de “la forma sigue a la función” por el fundamento sostenible la forma sigue al medioambiente.

Daniel Díez Martínez, catedrático español,  argumenta que la arquitectura sostenible de verdad es la que se ajusta a las particularidades climáticas y paisajísticas de cada lugar y que se construye con materiales elegidos atendiendo a su comportamiento térmico, a su procedencia y al costo energético empleado para su fabricación.

Moraleja: No “sembrar” plantitas trepadoras en las paredes y en las terrazas de los edificios para tapar la fea arquitectura. Para “ser verde” y sostenible se requiere respeto a la naturaleza, práctica de la ética y la estética y por supuesto sentido común.  

Referencias:

  • El País, Daniel Díez Martínez; “Mies van der Rohe hoy se asaría de calor”: los arquitectos españoles buscan en los pueblos un futuro sin aire acondicionado ni calefacción, 14-04-2022.
  • Revista Digital de Arquitectura Online, “Cosas de arquitectos”, 23-06-2010.
  • El gráfico que acompaña al texto corresponde a la Escuela “Nueva Esperanza”, Cabuyal, Esmeraldas, obra de la Firma de Arquitectura AL BORDE, Ecuador.  

¿Por qué a Francis Kéré?

Recibió el premio el 15 de marzo de este año convirtiéndose en el primer africano en ganar el galardón de mayor importancia en el mundo de la arquitectura.

Esta designación confirma el reciente giro del jurado del Premio Pritzker. Desde su primera edición en 1979 hasta mediados de los años 90 el galardón fue entendido como un premio a la brillante trayectoria de los arquitectos: Philip Johnson, Oscar Niemeyer, Aldo Rossi… Luego el criterio mutó para entregárselo a los denominados arquitectos estrella: Norman Foster, Rem Koolhaas o Zaha Hadid. Mientras que en la última década el codiciado premio ha sido recibido por figuras menos mediáticas y que han enfrentado con calidad y calidez el compromiso social: Shigeru Ban (2014), Alejandro Aravena (2016), Lacaton & Vassal (2021) y Francis Kéré (2022).

El premio para Kéré es un galardón a una filosofía y principios arquitectónicos que han sido influenciados de modo determinante por su biografía.

Nació en 1965 en un pueblito llamado Gando, Burkina Faso, África, hijo mayor del jefe de su comunidad y el primero en asistir a un colegio. Gracias a becas estudió arquitectura en Berlín en donde promocionó una fundación, “Ladrillos para Gando”, para financiar su primer proyecto: una escuela primaria en su pueblo natal.

Esta obra le valió el premio Aga Khan y los principios arquitectónicos allí aplicados serán el sello en sus proyectos posteriores de Burkina Faso, Mali y Mozambique. Aprovechó los materiales locales para conseguir una aleación extraordinaria de imaginación y sentido común. Sus obras conjugan poéticamente las necesidades básicas, los presupuestos acotados, la participación comunitaria y una definición de sustentabilidad basada en revalorizar y adaptar las técnicas vernáculas para su propio beneficio.

Utiliza paredes de arcilla con una alta inercia térmica fáciles de producir y de buen rendimiento en un clima excesivamente cálido, cubiertas de metal corrugado sobredimensionado para que los espacios no absorban el calor retenido por la techumbre, estructuras de barras de refuerzo como principio rector que caracteriza su trabajo, madera de eucalipto para innovadoras soluciones estructurales, y vasijas de barro, – hechas a mano por mujeres del pueblo -, como moldes de claraboyas para filtrar luz natural y crear una sombra tamizada para permitir la circulación de la brisa fresca y crear una hermosa experiencia sensorial.

Kéré de este modo logra un delicado equilibrio entre la reformulación de técnicas locales y un excelente diseño evitando el lado romántico de la precariedad. No plantea institucionalizar ni exportar las técnicas constructivas logradas, sino que da un mensaje potente en el sentido de que estas estrategias funcionan únicamente en el lugar al cual pertenecen y que en su construcción se puede transferir conocimiento.

Y el jurado, presidido por el chileno Alejandro Aravena, premiando a Kéré también premia a una buena forma de ejercer la arquitectura de impacto social en distintas latitudes del mundo: la adaptación poética de las técnicas locales que estimulan la economía local, fortalecen la identidad cultural e involucran habilidades que son fáciles de enseñar, como una respuesta efectiva a la crisis climática y a la escasez de recursos.

En este sentido, a través de una comprensión profunda de la cultura de las comunidades, del clima y los recursos del contexto, las obras de Kéré, como lo describe el jurado del Premio Pritzker, están “atados al suelo sobre el que se asientan y a las personas que los pisan”.

Como mis atentos lectores recordarán, esta buena práctica de los principios arquitectónicos arriba descritos, fue objeto de análisis de mi anterior CLARABOYA dedicada al trabajo de la arquitecta alemana Anna Heringer.

Referencias:

  • Plataformaarquitectura. Cl, Valeria Montjoy y Eduardo Souza; “Cómo utiliza Francis Kéré los materiales para responder a las condiciones climáticas locales?”; 1-04-2022.
  • Plataformaarquitectura. Cl, Nicolás Valencia; “¿Por qué Francis Kéré ganó el Premio Pritzker 2022?”, 21-03-2022.
  • Varias páginas de Internet.
  • El gráfico que acompaña al texto corresponde a la Escuela Secundaria Lycée Schorge, Kougoudou, Burkina Faso (2016).

Anna Heringer y la estrategia de la dignidad

Su obra es algo muy parecido a lo que ha hecho siempre la arquitectura popular: aprovechar los materiales locales para de este modo conseguir una aleación extraordinaria de imaginación y sentido común.

En los tiempos en los que los arquitectos casi han abandonado el dibujo manual para aplicar mecánicamente los programas de ordenador, Anna Heringer crea sus proyectos modelando el barro con sus propias manos, en un proceso que ella llama “claystorming” (tormenta de arcilla).

En una reciente exposición en Madrid ha presentado las maquetas de sus obras que parecen esculturas de barro. Luis Fernández-Galeano, comisario del evento, ha descrito de este modo su propuesta arquitectónica: “La belleza esencial de la obra es una belleza punzante, porque no tranquiliza sino inquieta, hiriendo las conciencias y removiendo el paisaje plácido de la conformidad…”.

Ella disiente del racionalismo en la práctica arquitectónica del siglo 20 y de su aforismo: “La forma sigue a la función”. Lo sustituye con la bella frase: “la forma sigue al amor”, aclarando, eso sí,  que la “belleza es la expresión formal del amor”. Concepto que está en línea con la teoría platónica expresada en El Banquete.

Los atributos de su arquitectura son la belleza y el amor. La belleza de un edificio no es el resultado de la inspiración solitaria y genial de un arquitecto. Surge del encuentro entre las necesidades que los moradores han de satisfacer, los materiales que se encuentren más a mamo para construirlo, el modo en que la idea primera va siendo puesta en práctica, modificada, ajustada y alterada. Considerando además las condiciones naturales y culturales locales y el trabajo de los constructores y la intervención directa de la comunidad.

Así, cada obra arquitectónica es un esfuerzo compartido con la comunidad. Es un trabajo colectivo que se expresa en una bella forma. Se vuelve de este modo en una expresión de amor.

Ha trabajado en China, Zimbabue, Bangladés, Ghana, Marruecos, Alemania, Austria y España, un periplo por tres continentes guiado por la tenacidad de sus convicciones. Siempre practica lo que sostiene: pensar y hacer algo parecido a lo que ha hecho la arquitectura popular, aprovechar los materiales locales que son los más económicos y sostenibles, adaptar el proceso de diseño y constructivo a las posibilidades que esos materiales ofrecen y a las condiciones ambientales del lugar, teniendo en cuenta las reales necesidades y valores simbólicos de la comunidad en cuyo tejido el edificio tiene que integrarse.

La belleza de sus edificios se arraiga en la elementalidad de los materiales locales sin renunciar al uso apropiado de la alta tecnología. Una estremecedora afirmación expresiva de la tradición y la modernidad.

“La ausencia de belleza es la miseria. No tiene nada que ver con el dinero, sino con la dignidad”. Es una de las joyas que la arquitecta alemana siempre recita en sus conferencias y exposiciones.

Referencias:

  • El País, Babelia, Antonio Muñoz Molina; “Las manos en la tierra”, 11-03-2022.
  • Fundación ICO; “Anna Heringer. La belleza esencial”, 9-02-2022.
  • Varias páginas de Internet.
  • El gráfico que acompaña al texto corresponde a la Escuela Rural METI en Rudrapur, Bangladesh.  

Premio Mies van der Rohe 2022

El epígono de Berlage y Behrens no perdió de vista a Viollet-le-Duc y su precepto que “toda forma que no es ordenada por la estructura debe ser rechazada”.

Sigfried Giedion, en Espacio, Tiempo y Arquitectura, lo califica como “saga insoslayable del Movimiento Moderno”. En tanto que los más locuaces verdugos de este movimiento verán en la obra del arquitecto un “enterrador de la tradición y de la cultura, la arquitectura del gran capital”.

Los monolitos de acero y vidrio, las casas rurales como revelación del lugar y el Pabellón de Alemania en la Exposición Internacional, Barcelona, 1929, reflejan su preocupación por el orden y para alcanzar un construir concentrado en un conjunto limitado de formas desprovistas de voluntad estética que buscan servir más que interpretar.  

Su andadura arquitectónica por Alemania y Estados Unidos y sus dos famosas frases: “menos es más” y “Dios está en los detalles”, proyectaron acertadas, polémicas  e incorrectas interpretaciones. Al final de su vida se reafirmó en el slogan escrito en su manifiesto de 1924: “no es posible avanzar mirando atrás”.

A esta figura solitaria, irreductible, cuya producción está enraizada en los medios técnicos y los programas de la segunda edad de la máquina, se rinde honor con la entrega del Premio de Arquitectura Contemporánea de la Unión Europea a los proyectos que incentivan y se convierten en modelos y referentes para las políticas locales de la ciudad. Este galardón es el más importante concedido por un jurado internacional cada dos años desde 1988.

La lista inicial de nominados tenía 532 proyectos con participantes de 41 países que “destacan las oportunidades y las tendencias de la arquitectura actual en el territorio europeo”. Las propuestas abordan la inclusión social, sostenibilidad, circularidad y la investigación estética. De esa lista se anunciaron 7 proyectos finalistas que se inscriben en las categorías de vivienda colectiva, equipamiento, planificación urbana, construcciones y paisaje.

Los ganadores en esta ocasión se anunciarán en abril y la ceremonia de entrega de premios tendrá lugar en mayo de 2022.

Francesca Ferguson, miembro del jurado, reflexiona  de este modo sobre el rol que debe cumplir la arquitectura en estos tiempos de incertidumbre y crisis medioambiental: “Más que nunca, necesitamos transmitir la forma en que queremos vivir en nuestras ciudades y discutirla con los tomadores de decisiones de una manera transdisciplinaria que incluya el compromiso cívico de la sociedad y de quienes participarán en el diseño y pensamiento de las comunidades”.

Referencias:

  • Plataforma Arquitectura, Dima Stouhi; “7 finalistas anunciados para el premio Mies de la Unión Europea 2022”, 16-2-2022.
  • Jean Louis Cohen; “Mies van der Rohe”, 2007.
  • Cristina Gastón; “Mies: el proyecto como revelación del lugar”, 2005.
  • arq.com.mx; “Mies van der Rohe: padre ilegítimo del minimalismo”, s/f.
  • El gráfico que acompaña al texto corresponde al Pabellón de Alemania en la Exposición Internacional, Barcelona, 1929.   

Saco de Carbón y un Poema Universal

En la antigüedad las estrellas formaban parte integrante del medio ambiente inmediato y cotidiano del hombre y los cuerpos celestes tenían como función universal medir el tiempo,  fijar y ajustar el calendario y permitir orientarse más fácilmente tanto en el mar como en la tierra.

Bajo tales circunstancias la habilidad para identificar a primera vista una serie de estrellas no dejaba de ser algo bastante común. El pastor, agricultor o el navegante de la antigüedad, al escrutar hora tras hora los cielos estrellados, vieron realmente dibujadas por las estrellas las figuras mitológicas que les eran familiares.

Un gran número de constelaciones citadas por los astrónomos toman sus nombres de figuras mitológicas de la antigüedad. Por ejemplo, Osa Mayor y Osa Menor en el cielo del hemisferio norte, Piscis y Cruz del Sur en el hemisferio del mismo nombre. Esta constelación compuesta por dos travesaños cruzados tipo cruz romana, que ocupa apenas 1/600 del cielo visible, alberga la enorme nebulosa oscura llamada Saco de Carbón.

Saco de Carbón es una nebulosa oscura ubicada en la constelación de Cruz del Sur de dimensiones 7° x 5° que se solapa con las constelaciones vecinas de Centaurus y Musca.

Este oscuro objeto es una enorme nube de polvo y gas que absorbe y dispersa la luz de las estrellas del fondo e impide ver su luminosidad. Se encuentra nada menos que a 600 años luz de distancia de la Tierra.  Su silueta contrasta sobre la banda luminosa y estrellada de la Vía Láctea. Aunque fue conocida por las culturas americanas desde épocas prehistóricas fue notificada por ellos al navegante y explorador español Vicente Yánez Pinzón en 1499. Los europeos la llamaron Nube Oscura de Magallanes. 

El colectivo español Poetas que participa de un proyecto internacional ha lanzado 22000 versos con dirección a la nebulosa Saco de Carbón creados por un sinnúmero de representantes de todas las culturas del mundo.

Efectivamente, la madrugada del domingo 30 de enero se lanzó en forma de onda de radio desde Punta Arenas, Chile, en pleno estrecho de Magallanes, al sur del planeta, donde se juntan el Atlántico y el Pacífico, el Poema Universal con dirección hacia la nebulosa. El poema viaja de un confín planetario a un confín cósmico. Si no se presentan inconvenientes en el camino llegará a su destino el año 2622.

¿Por qué envían el Poema a la nebulosa Saco de Carbón? Los representantes del proyecto dicen que se visibilizó el lanzamiento mediante un láser que apuntó a esa mancha oscura del cielo para que se ilumine con poesía. Y también porque la Cruz del Sur tiene gran carga simbólica para las culturas precolombinas, de igual forma que la Osa Mayor y Menor la tiene para los habitantes del hemisferio norte. Así se pretende rendirles homenaje (*).

El lanzamiento que se ha realizado trata de aunar ciencia y poesía, dos visiones entre las que generalmente se ha trazado una absurda línea roja. Uno de los directivos de este proyecto sostiene que existe una antigua tradición que conecta a ambas, que no ha sido suficientemente explorada, y que se ha querido poner de relieve explícitamente.

No pocos poetas han utilizado la ciencia en su obra y no pocos científicos han echado mano de la poesía para formular sus modelos matemáticos. Entre los primeros citemos a los europeos Goethe y Apollinaire; mientras que en los segundos, a la oriental Wang Zhenyi y a los latinoamericanos Nicanor Parra y Rafael Nieto.

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(*)   En el mundo andino  la cosmografía, la descripción del cosmos, corresponde al cielo del hemisferio austral, cuyo eje visual y simbólico lo marca la constelación de la Cruz del Sur, denominada Chakana en la antigüedad, y cuyo nombre se aplica a la Cruz Escalonada Andina, símbolo del Ordenador o Viracocha.

Referencias:

  • Algunas precisiones conceptuales al texto corresponden a Olga Jaramillo Medina y Juan Sanmartín Grau.
  • Diario El País, Poesía; Sergio C. Fanjul, “Un poema universal recorre el espacio interestelar”, 4-2-2022.
  • SINC, Sociedad; Enrique Sacristán, “Mentes creadoras de ciencia y poesía”, 21-03-2021.
  • El Diario.es; José Cervera; “Una desconocida científica china, tan genial como Da Vinci”, 22-11-2017.
  • SINC, Ciencias; “La nebulosa Saco de Carbón esconde un campo de estrellas”, 14-10-2015.
  • Tomas S. Kuhn; “La revolución copernicana”, (vol. I), 1978.
  • Wikipedia; Chacana.
  • Varias páginas de Internet.

«El trino del diablo»

El astrónomo francés Joseph Lalande (1732-1807) en su libro titulado “Viaje de un francés a Italia” rebasa los simples límites descriptivos de su aventura peninsular. Aborda con profundidad, minucia y curiosidad científica la historia, el arte, el urbanismo, la política y las costumbres del país mediterráneo.

Relata además un curioso pasaje en el que el músico barroco italiano Giuseppe Tartini (1692-1770) le cuenta el sueño que tuvo donde se le apareció el diablo para proponerle un pacto. En el sueño Tartini le presta su violín al demonio y este interpreta una sonata que sorprende al músico, tal y como recoge Lalande: “Me sentí extasiado, transportado; mi respiración falló, y desperté”.  De inmediato Tartini tomó el violín, inspirado en el arte musical del demonio, para componer por gracia de Lucifer la “Sonata para violín en Sol Menor”, que popularmente se conoce como “El trino del diablo”.

Siglos después el novelista y científico madrileño Ernesto Pérez Zúñiga descubrió que la música del violinista italiano había reconciliado la naturaleza con el arte “a través del dominio de las leyes del cosmos”. Pérez Zúñiga descubrió que Tartini siguió las enseñanzas de Pitágoras y los pitagóricos porque su Sonata se había encontrado con el alma cósmica cuyo movimiento es armónico.

En efecto, la doctrina científica de los pitagóricos sostenía que el mundo de lo celeste tiene un movimiento armónico. Pitágoras afirmaba oír el sonido celeste, la música de las esferas, que era eterna e incorruptible.

Esta doctrina también encontró la relación del número con la música. Se descubrió con la cuerda del monocordio que la octava obedece a la proporción de ½ y que toda la escala  podía representarse con números enteros. Esta concepción determina que el sonido, como sucesión de intervalos entre notas musicales, está en relación con elementos matemáticos, donde el número de origen divino es la esencia de todas las cosas.

Los estudiosos del arte, en especial en el mundo de la música, han descubierto que Lucifer se ha presentado ante algunos músicos,- como lo hizo con nuestro violinista hace dos siglos y medio -, ofreciendo contratos donde la letra pequeña nunca fue leída. Años después Paganini considerado uno de los arquetipos del virtuosismo del violín y del movimiento instrumental del Romanticismo (1782-1840) y Robert Johnson compositor y guitarrista americano de blues (1911-1938) pactaron igualmente con el diablo. Este último aprendió del demonio a borbonear con el pulgar las cuerdas graves de la guitarra, cuya técnica influenció con fuerza en Jimmy Page, guitarrista británico de rock clásico, y en Keith Richards, de los Rolling Stones.

Los músicos que han suscrito contratos con el muy inteligente y astuto Lucifer, no enterándose de la letra pequeña, han estado siempre rodeados de una aureola mefistofélica por sus propios contemporáneos, asombrados ante el dominio de sus instrumentos y por sus vidas desordenadas y aventureras.         

Referencias:

  • Algunas precisiones conceptuales e históricas al texto corresponden a Olga Jaramillo Medina y Juan Sanmartín Grau.
  • El País, Literatura; “El trino del diablo” y la ciencia contenida en la sonata de Tartini, Montero Glez, 28-1-2022.
  • Ediciones Orbis, S.A. “Historia del Pensamiento, Volumen I: Los orígenes del Pensamiento”; 1983.
  • Varias páginas de Internet.
  • El gráfico que acompaña al texto corresponde a un dibujo de Louis-Léopold Boilly: “El sueño de Tartini”,  1824. 

Obituario de 3 arquitectos

Richard Rogers (1933-2021)

Según su portavoz, el que fue uno de los más grandes arquitectos de su generación, había “fallecido en silencio” el sábado por la noche del 19 de diciembre del año anterior. Era considerado como uno de los arquitectos más exitosos e influyentes del mundo. Se hizo acreedor a la mayoría de los principales honores de la profesión, fue nombrado caballero por la Corona Británica en 1991 y ganó el premio Pritzker en 2007.

Mario Morales Falmouth, arquitecto que trabajó para Rogers entre 1999 y 2018 lo describe como un arquitecto global que no pensaba en términos locales y que su oficina en Londres era exactamente eso: “Un pequeño gran mundo a orillas del Támesis donde podías participar en sus discusiones, discutir sus opiniones y ser parte de su proceso creativo sin ninguna barrera”.

Floreció con el mundo pop de los sesenta. La arquitectura industrial de esa época le reportó fama mundial. En la década siguiente, se asoció con su amigo Renzo Piano, italiano como él, pues nació en Florencia de padres ingleses. Decidieron presentarse al concurso para el Centro Pompidou con una propuesta que presentaba una locura colorista rodeada de tubos por lo que circularía la gente. Los jipis ganaron el concurso con un proyecto que reinventaba el mundo con imaginación, osadía y alegría. El museo-mediateca-biblioteca-cineteca- y la plaza pública de París se convirtieron en la capital de la vanguardia artística.

Entre sus obras más emblemáticas destacamos: el Centro Pompidou de Paris (1977), la Torre Lloyd´s de Londres (1978), El Millennium Dome de Londres (1999), el Terminal del aeropuerto de Barajas en Madrid (2006), la Torre 3 World Trade Center y un rascacielos que sustituyeron a las Torres Gemelas de Nueva York (2018) y el desarrollo urbano del sur de Londres.  

En América Latina Rogers diseñó la Torre BBVA, en la ciudad de México; las Torres Atrio, un proyecto actualmente en construcción en el Centro Internacional de Bogotá; y el diseño original del mega-parque urbano, de 800 hectáreas, “Hugo Chávez” en Caracas.   

Oriol Bohigas (1925-2021)

El arquitecto-urbanista moderno de Barcelona, pensador, intelectual, agente cultural y agitador, falleció a los 95 años el 30 de noviembre del año pasado. Se doctoró de arquitecto en 1963. Fue uno de los promotores del “Grupo R” que pretendía una renovación racionalista de la arquitectura catalana. Muy importante ha sido su actividad como teórico con innumerables libros y artículos, siempre polémicos, tanto en revistas españolas como extrajeras. En 1971 ganó las oposiciones a la cátedra de Composición de la Escuela de Arquitectura  de Barcelona, por unanimidad del Jurado, de la es despojado meses más tarde.

Su vida tiene múltiples historias que contar. Supo liderar la promoción de la modernidad catalana materializando la síntesis entre arquitectura, arte y diseño en las décadas oscuras de la posguerra española. Era la época en la que la arquitectura se mezclaba con la política y con el activismo cultural con la participación de la burguesía progresista, intelectual y antifranquista.

Fue uno de los nombres propios de la llamada “Escuela de Barcelona”,  aquella que en los primeros años de la democracia española llevó estándares de dignidad a los barrios. Una transformación urbana que abrió la ciudad al mar, al que históricamente le había dado la espalda.

Se asoció con Martorell y Mackay en el estudio MBM Arquitectos. También compartió pensamientos con otros del ramillete arquitectónico del momento como Milá, Bonet, Piñón y Viaplana. Como concejal del Ayuntamiento  de Barcelona fue delegado a la Comisión de Urbanismo desde 1980 a 1984. La transformación urbanística que definió tuvo este concepto: “monumentalizar la periferia y funcionalizar el centro”.

Justamente a fines de septiembre de 2021 había hecho entrega de su fondo documental atesorado durante más de 60 años de vida profesional (113 cajas de formato estándar con documentos de su actividad pública y privada) a la Generalitat de Cataluña.

Autor de una multitud de proyectos en Cataluña y Europa. Se destacan, entre otros,  la Villa Olímpica y el Puerto Olímpico de Barcelona (1992), la reestructuración de los cuarteles Roger de Llúria (2001), la ampliación del Corte Inglés (2004) y el edificio Disseny Hub en la plaza de las Glóries de Barcelona (2013). 

Ricardo Bofill (1939-2022)

El legendario arquitecto, fundador en 1963 del Taller RBTA, un estudio multidisciplinar de arquitectos, escritores y filósofos, falleció a los 82 años este viernes 14 de enero. La oficina, que informó del deceso, destacó la habilidad de Bofill de “cuestionar el pensamiento  dominante en arquitectura. Y de esa filosofía ha nacido una ingente obra muy variada en su expresión estilística, arraigada al lugar, con un componente de innovación y riesgo”.

El barcelonés no dudó en dar por finiquitados los postulados del Movimiento Moderno que había dado lugar a barrios impersonales y huérfanos del sentido del lugar. De este modo propuso en la década del 70, frente al carácter homogéneo y estandarizado de la ciudad moderna de buena parte del siglo 20, conjuntos urbanos en España y Francia de enorme potencia visual.

Con la adopción del nuevo estilo que estaba surgiendo en Europa, – el Posmodernismo -, recurrió a elementos clásicos jugando con la escala, monumentalidad y el dramatismo. De esta manera hizo un guiño al Clasicismo, al Barroco y a la polifonía de puntos de vista. Su propósito fue contrastar con la mediocridad circundante, “estimulando así la vida comunitaria en su interior”.

Sus edificios ofrecieron la escenografía para rodar películas imponentes. Por ejemplo, el cineasta Terry Gillian eligió rodar su filme de ciencia ficción Brazil (1985) en Les Espaces  d´Abraxas, en la periferia de Paris, como escenario perfecto para contar una “distopía desasosegante”. Gillian se sirvió de la arquitectura para construir un universo claustrofóbico y retro futurista, mientras que el arquitecto se sirvió de lo escenográfico para crear ciudad.

La crítica arquitectónica destaca, entre sus obras más notables: Barrio Gaudí de Reus (1968),  Edificio Walden 7 en Barcelona (1975), Muralla Roja en Calpe-Alicante (1975), Pueblo Agrícola en Argel (1980), 591 Viviendas de Espaces d´Abraxas en la periferia de Paris (1985), Sede del Teatro Nacional de Cataluña en Barcelona (1997), Sede de Cartier en Paris (2003), Hotel Vela de Barcelona (2010) y la  Universidad Mohammed IV en Marrakech (2011).

A lo largo de su carrera recibió numerosos premios y reconocimientos. Sobresalen la Cruz de San Jordi que otorga la Generalidad de Cataluña y los Doctorados Honoris Causa por las Universidades de Metz, Francia, y la Politécnica de Barcelona.

Los tres arquitectos coetáneos han fallecido en un lapso de solo 45 días. Cada uno de ellos, a su estilo, logró construir sus sueños y escribir una rica historia. Su obra hablará por ellos ahora que han callado para siempre.   

Referencias:

  • BBC, NEWS, Mundo; “Murió Richard Rogers, el icónico arquitecto que ideó la Terminal 4 del Aeropuerto de Barajas y el Centro Pompidou de Paris”, 19-12-2021.
  • El País, Pedro Morales Falmouth; “Richard Rogers, el arquitecto que nos enseñó a vivir”, 19-12-2021.
  • El País, Anatxu Zabalbeascoa; “Muere Richard Rogers, autor del Museo Pompidou y la T-4 de Barajas”, 19-12-2021.
  • Plataforma Arquitectura, Fabián Dejtiar; “Oriol Bohigas, el arquitecto urbanista-moderno de Barcelona, fallece a los 95 años”, 1-12-2021.
  • El País, Arquitectura; Blanca Cia; “Muere Oriol Bohigas, el arquitecto de Barcelona”, 1-12-2021.
  • Oriol Bohigas; “Proceso y erótica del diseño”, 1972.
  • RTVE Noticias, “Muere el Arquitecto Ricardo Bofill”; 18-1-2022.
  • El País, Eguíluz & Copertone; “Cuando Ricardo Bofill convirtió la periferia de París en un espectáculo arquitectónico”, 18-1-2022.
  • Plataforma Arquitectura, Nicolás Valencia; “Ricardo Bofill, autor del Walden 7 y la Muralla Roja, fallece a los 82 años”; 15-1-2022.
  • El País, Cultura-Arquitectura; “Diez edificios emblemáticos de Ricardo Bofill”, 14-1-2022.
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