Del Parque Arqueológico que había sido un importante complejo ceremonial arquitectónico ahora no queda más que unos cuantos cimientos -ruinas monumentales que no se pueden tocar. No es tanto la arquitectura lo que hace el monumento, es el paisaje natural, la tectónica como belleza, su sublime ubicación, el promontorio aterrazado que remata el extremo del flanco Este del Barranco del Río Tomebamba.
Es el testimonio que muestra cimientos con sistemas constructivos de las técnicas utilizadas por las culturas Cañari e Inca. Son los restos de la arquitectura “destruida mayoritariamente por el mismo Atahualpa y que durante casi tres siglos había servido de cantera para la cimentación de las edificaciones coloniales de la ciudad actual”.
Esta sagrada geografía Cañari – Inca, Gaia diosa de la tierra, aseguró creer en las fuerzas invisibles que hablan de la belleza sobrenatural del paisaje. Además, fundó un lugar hierofánico (del griego hieros = sagrado y faneia = manifestar) para llevar actos de manifestación de lo sagrado, vivir una cosmovisión andina llamada por Campo Tejedor “cualidad perspectiva” (pacha y ayllu), y observar el cielo para calcular la posición del sol (intihuatanas) y predecir los ciclos que identifiquen solsticios y equinoccios para asociar mejor las épocas de siembra y cosecha.
Siguiendo a Martin Heidegger y Georg Simmel, ciertamente existe algo extraordinariamente ambiguo en la percepción y los sentimientos que producen estos cimientos – ruinas. Su aprehensión genera a la par un juego ambivalente de presencia y ausencia, que falta algo, de presencia incompleta, de lo que queda… La filósofa española María Zambrano ha dicho que “las ruinas son lo más viviente de la historia, pues sólo vive históricamente lo que ha sobrevivido a su destrucción, lo que ha quedado en ruinas”.
Dibujan estos cimientos – ruinas una traza o una huella pétrea indeleble. Precisamente el vocablo ruina proviene el latín ruina, el que a su vez deriva del verbo ruere, desplomarse, derrumbarse, caer. Por tanto, la ruina es lo precipitado o caído. El valor poético de las ruinas reside precisamente en esta falta y en esta carencia.
La referencia al pasado aborigen de Pumapungo, a su historicidad, genera un particular sentimiento de nostalgia que lo dota de un peculiar espesor. Esta nostalgia está signada por la presencia de una ausencia y por un halo de misterio que lo rodea. Un pasado inescrutable que, sin embargo, remite a un cierto retorno, a una morada abandonada para siempre. Las ruinas que son su vestigio, su testigo que queda del pasado, relatan una parte de la identidad comarcana.
En las ruinas, afirma Simmel, existe una especie de vuelta atrás, un regreso a la “Buena Madre”. En ellas se verifica aquello según lo cual todo lo humano “procede de la tierra y a la tierra ha de volver”. De allí la sensación de paz que rodea a las ruinas. Una sensación de paz se vive en Pumapungo formando un todo unitario con el paisaje natural que lo envuelve.
Cualquier intervención arquitectónica contemporánea en la vecindad del Complejo Arqueológico debe honrar su paz. Escuchar su silencio y respetar su memoria. Estudiar la conexión con las vistas y su paisaje hierofánico. Las ruinas monumentales deben actuar como verdad y como líneas cardinales que orienten las elecciones de los nuevos diseños arquitectónicos.
Referencias:
- El País, Cultura, Del tirador a la ciudad, Anatxu Zabalbeascoa; “¿Qué significa respetar un edificio?”, 19-03-2024.
- SciELO, Boletín de Estética. No. 62, Buenos Aires; “LAS RUINAS: Una poética del tiempo”, 03-2023.
- El Espectador, Damián Pachón Soto; “Para una filosofía de las ruinas”, 22-09-2022.
- Carlos Jaramillo Medina, XIII Simposio Nacional de Desarrollo Urbano y Planificación Territorial; “Maneras de pensar y mirar el Paisaje Rural Andino Ecuatoriano, del alma colonialista al giro de un nuevo paisaje rural”, 10-2022.
- Alberto del Campo Tejedor; “Maneras de Pensar: del alma primitiva al giro ontológico”, 2017.
- Municipalidad de Cuenca. Junta de Andalucía, Embajada de España; “Guía de Arquitectura, Ecuador”, Cuenca – Sevilla, 2007.
- Varias páginas de Internet.










